Con la invocación de ayuda y permiso a los Apus tutelares, se inicia la ceremonia del tradicional “Pago a la Pachamama”, muestra de agradecimiento a la tierra por los alimentos, producción, salud y bienestar.
Chumbivilcas, tierra de qorilazos, es una zona donde el “Pago a la Pachamama”, es una costumbre que aún se encuentra presente y enraizada desde tiempos inmemoriales. Los antiguos habitantes andinos desarrollaron este vínculo estrecho lleno de respeto, temor y adoración a la Pachamama o madre tierra, ya que ella es fuente de vida y proveedora de todo lo que habita encima de la tierra.
El “Pago a la Pachamama”, se inicia el primer día del mes de agosto y continúa durante todo el mes. Algunos hermanos chumbivilcano safirman que en esta época del año, la Madre Tierra está sedienta y hambrienta, y es necesario satisfacerla, nutrirla, ofreciéndole los mejores alimentos para darle fuerza y energía.
Las familias, comunidades y diferentes distritos de nuestra tierra brava, con mucha fe demuestran su agradecimiento por todo lo dado por la pacha. “En casa, a través del ritual, siempre agradezco a la tierra por todo lo que me ha dado, se hace con tanta fe y tanta energía que se siente”, menciona el artista Lucio Vita Gutiérrez.
La ceremonia es realizada por un Paqo, persona que posee dones de comunicarse con el mundo de los espíritus y la pacha. Él ofrece el “despacho” (ofrenda), que se realiza encima de una Lliclla (mantilla tradicional), donde se ofrece hojas de coca, que son mediadoras entre la naturaleza y lo humano, variedad de semillas de cereales, plata no trabajada, sullus (fetos de llamas u ovejas), chicha, vino, grasa de animales, dulces, claveles rojos y blancos, piedras de especial significado e imágenes del santoral católico.
De igual modo el Paqo invoca a los espíritus del Hanan Pacha (mundo de arriba), del Kay Pacha (este mundo) y el Ukhu Pacha (mundo de abajo), que están representados en la ofrenda. El “Pago a la Pachamama” culmina con la quema ritual de las ofrendas, para que retornen al lugar de donde vienen, las cenizas son enterradas en la tierra y de esa manera se da fin a la ofrenda.
Algunos dicen que si las cenizas son negras significa que la ofrenda no fue del agrado de la Madre Tierra y si salen blancas significa que la madre tierra las recibió con agradecimiento y habrá prosperidad.
En el mundo andino todo lo que existe tiene vida, no solo el hombre, animales, plantas sino también las piedras, los ríos, los cerros y todo lo demás, y al igual que las personas, ellos comen, duermen, danzan, cantan y viven en plenitud, por eso es importante respetarlos y considerarlos como tal.
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