Revista En Femenino
Entre el 17 y el 25 de noviembre se va a celebrar la Semana Europea de la Prevención de Residuos.
Se trata de una iniciativa europea, que se lleva a cabo con el objetivo de concienciar a la población a cerca de la necesidad de no generar residuos, de reducir su generación.
En nuestros hogares, la forma de lograrlo es mediante la reutilización, utilizando cosa no deshechables, por ejemplo servilletas de tela frente a las de papel, dando una nueva vida a objetos que ya no utilizamos, por ejemplo convirtiendo unos viejos tejanos en un bolso, o bien facilitando que otras personas aprovechen aquello que ya no nos resulta útil en vez de tirarlo a la basura.
Dentro de esta última opción podemos incluir los libros. Se que para mucha gente pensar en un libro como un residuo es impensable, (para otra si, de hecho COGERSA los rescata de la basura y regala a quienes visitan su centro de interpretación) pero, estando en el primer grupo ¿cuántos libros en buen estado (de texto o literaruta, divulgativos...) tienes en casa que no utilizas o que han perdido interés para ti? Aprovecha para hacer un espurgo en tu biblioteca, porque lo que toma sitio en tu casa y ya no usas, en otra cubrirá un hueco importante.
Y es que con motivo de la celebración de esta Semana Europea de la Prevención de Residuos, 25 ayuntamientos ayuntamientos asturianos y COGERSA colaboran en esta campaña en la que hasta el 15 de noviembre se recogen libros para donarlos a la fundación Seur, que hará llegar los libros donados a participantes en los proyectos solidarios que esta fundación realiza dentro y fuera de Esapaña.
Los ayuntamientos participantes son: Cangas de Narcea, Cangas de Onís, Carreño, Caso, Castrillón, Cudillero, El Franco, Gozón, Grado, Illas, Laviana, Llanera, Mieres, Navia, Parres, Las Regueras, Ribadesella, San Martín del Rey Aurelio, Salas, San Tirso de Abres, Siero, Sobrescobio, Tapia de Casariego, Teverga, y Valdés,
Hemos de tener en cuenta que la cantidad de residuos domésticos generados se ha duplicado en los últimos 40 años, con un aumento de entre un 1% y un 2% anuales, y además, el consumo de productos, por ejemplo, incluida la producción, el transporte y la distribución, representa casi un 50% de las emisiones que contribuyen al cambio climático. Así cada cosa que reutilizamos, cada cosa que no deshechamos además de no convertirse en un residuo ayuda a disminuir las emisiones que “la cosa sustituta” provocaría.