Yo procuraba seguir el hilo de aquel encuentro desde Bilbao, a través del relato que hacía en Onda Cero, en su Majada de los viernes, mi buen amigo José Luis Medina Gallo.
En algún momento me pareció oír 800 personas, que bueno, no parecía mal número. La causa lo merecía: el cierre del ambulatorio de Barruelo de Santullán, una población de 1300 habitantes a la que están anexionados 10 pequeños pueblos. Pero la incertidumbre no despeja el problema. Perder paulatinamente los ambulatorios no debe preocupar a mucha gente, es lo que se deduce de este encuentro, al que en realidad acudieron, aproximadamente, trescientas personas, según el testimonio que he podido recoger.
En la montaña palentina viven más de 24000 personas, según los últimos censos. ¿Ustedes creen que esto es forma de luchar para pedir algo que en justicia nadie debiera arrebatarnos? ¿Ustedes creen que los políticos que tenemos van a preocuparse por la protesta bonancible de trescientas personas? ¿Entonces, si es así, si la mayoría está contenta con lo que tiene, con lo que le dejan, con lo que le quitan, con lo que no le reconocen, qué pinta un servidor aquí cada viernes?
Estoy haciendo el tonto y parece que ha llegado el momento de tirar la toalla, de dejar que la gente siga encerrada en su silencio, esperando como antaño las medidas del cielo. Que a lo mejor tiene razón porque no he mirado bien, porque no he visto nada, porque lo que hasta ahora he ido contando ha sido producto de un mal sueño.
Si es eso lo que quieren, vamos a ir recogiendo bártulos y cerrando ventanas.
Para la sección "La Madeja", en Diario Palentino.