En estos tiempos tan fríos en los que nos encontramos los países del hemisferio norte, muchos de nosotros sufrimos catarros descomunales. Dicho ésto, y dado el aumento de la demanda ocasionada por tanta cantidad de resfriados, no podíamos olvidarnos de dar su sitio en casa, como elemento decorativo, a las "preciadas" cajitas de kleenex. Dejando a un lado el aspecto más desagradable de las mucosidades y velas que imperan en toda nariz que se precie de funcionar, sí que podemos buscar cómo y dónde situar estos estuches formando bonitos "bodegones" que contrarresten lo escatológico del elemento en cuestión.
¿Cómo lleváis esos resfriados, chic@s?