El inagotable Jason Statham interpreta a Chev Chelios un ex-asesino a sueldo que intenta llevar una vida normal con su novia Eve (Amy Smart), que no sabe a qué se dedica. Un día se despierta medio atontado y recibe una llamada inesperada: alguien le comunica que ha sido envenenado mientras dormía y que sólo le queda una hora de vida. La única manera que tiene de sobrevivir es mantenerse en movimiento para impedir que el veneno llegue al corazón, vamos que necesita adrenalina constante. A toda pastilla recorrerá la ciudad para buscar un antídoto que le salve la vida además de buscar al enemigo que le ha inyectado el veneno enfrentándose con todo el que pase por delante.
Crank es una de esas pelis que te deja agotado al verla, es un no parar, un coctel rebosante de acción, escándalo, y momentos cómicos, un film intenso, original y muy adictivo, una vez que empieza es una sucesión de escenas que no te dejan ni pensar en lo absurdo que son algunas de ellas, es igual, no interesa pensar en esta peli, solo verla y disfrutar mientras se te cae la baba. Y qué mejor que poner a Jason Statham para interpretar este papel, está claro que lo suyo son las escenas de acción, sabe muy bien cómo moverse en todo momento y no le importa hacer el ridículo, da igual que la peli sea buena o mala, este chico lo hace todo. Esto unido con música que va acorde a la peli y un final muy bueno hacen que sea muy entretenida de ver.
En definitiva, Crank no es un peliculón, pero sí una propuesta atractiva y distinta a lo que estamos acostumbrados a ver. Adrenalina y acción constante son su tarjeta de visita.
Por cierto tiene una segunda parte Crank: Alto voltaje (2009) que básicamente es más de lo mismo, aunque ya no innova tanto.
Valoración: 3,5/5