Revista Cine
Desde el primer fotograma de Saw, el espectador se enfrenta a lo desconocido: dos hombres se despiertan encadenados a la pared de un lavabo subterráneo. Lo único que saben es que uno de ellos debe matar al otro antes de ocho horas o ambos morirán.Saw tiene mucho de puzzle macabro. Sobre todo, gracias a un guión escrito convenientemente para que los protagonistas vayan encontrando las piezas y haciéndolas encajar a su debido tiempo, todo ello en un tempo más que correcto que siempre busca anticiparse al espectador. Esta película, con un tratamiento asombrosamente humano del terror ha hecho estremecer al público. En Saw, hace que tú seas uno de los protagonistas, te hace partícipe de sus angustias, sus miedos, te hace pensar qué harías tú en esa situación, te lleva al límite, todas las víctimas deben afrontar una elección horrible de la que depende su vida. Estos juegos creados por un asesino conocido únicamente como Jigsaw (Rompecabezas), elevan a Saw por encima de las andanzas de los asesinos en serie típicos de las películas y aportan una inesperada nota macabra, ya que nos aporta una novedad y un entretenimiento que salió el film todavía no era muy visto, ya que el film carece de sobresaltos y se centra en mantener la intriga, haciendo que lo más interesante ser que el film gire entorno a la figura invisible del asesino, que sin embargo, es capaz de controlar la situación y ejecutar su macabro juego sin mancharse las manos de sangre.Os recuerdo que Saw es la primera de siete películas que continúan la saga, y a pesar de ello, es la mejor. Quitaos los prejuicios de vísceras, sangre y demás e intentad ver el film de una manera abierta, fijando os en el guión y disfrutando de todas las escenas. Os recomendamos que ahora que la crisis aflora, os pongáis una por una las películas con unas palomitas y disfrutéis de un fin de semana lleno de suspense.Valoración: 4/5