Llega la tercera (y última) entrega de mis recomendaciones varias para sobrellevar este 2020 inolvidable, después de las que hice para aprender a vivir de nuevo tras la cuarentena y las otras para no tener demasiada vida social en verano (ya hemos comprobado todos que no me hicieron demasiado caso). Ahora despidamos este año con el propósito de no repetir los errores cometidos en este, por favor.
Un libro: Los chicos de la Nickel.
Colson Whitehead es un escritor norteamericano, lo cual suele ser sinónimo de un estilo directo y conciso, sin florituras. Y en este caso se cumple. Premio Pulitzer de novela en dos ocasiones: el segundo con esta novela de duración ajustada que habla sobre racismo y sociedad norteamericana, es decir, un tema que sigue estando, tristemente, de actualidad, pese a que la novela se desarrolle en los años sesenta del siglo pasado.
Una película: Tenet.
Tal vez la película más importante del 2020: por estar dirigida por Christopher Nolan, por su planteamiento arriesgado y enrevesado, por estrenarse tras esos meses de confinamiento y cuarentena, por arriesgarse a ser la abanderada del regreso de los espectadores a los cines... en esto último falló -siempre hay que tener en cuenta lo que la gente prefiere, siempre; y eso es algo que la industria cultural, perdida muchas veces en su cuenta de resultados, no suele tener en cuenta- pero acertó al entregar una cinta fascinante en su concepción y desarrollo. Película para ver varias veces e intentar desentrañar su funcionamiento cual si se tratase de un mecanismo de relojero. Nolan es un mago, e intentar revelar sus trucos es todo un divertimento.
Una serie: Antidisturbios.
La serie del 2020. No solo en la televisión española, para mí a nivel internacional incluso. Una obra maestra de Rodrigo Sorogoyen que funciona como thriller y como crítica social y política. Todo en Antidisturbios va de bueno a excelso. no puedo decir más que: ¡Véanla, si aún no lo han hecho!
Un cómic: Y, el último hombre.
Ya en mi primer artículo de recomendaciones de este 2020 recomendé un cómic ideado y escrito por Brian K. Vaughan. En aquella ocasión fue su obra maestra: Saga. Y ahora es el que creo que es su segundo mejor trabajo (al menos, de los que he leído). La historia de Yorick, un joven con nombre shakespereano que, junto a su mono Ampersand, sobreviven a un apocalipsis en el que todo ser vivo con cromosoma Y -es decir, todos los machos- mueren. Una maravilla en 5 tomos que se leen como si nada.
Un juego de mesa: Pandemic Legacy, temporada Cero
En el mundillo de los juegos de mesa, un juego legacy es un juego que únicamente se juega una vez; es decir, durante el desarrollo del mismo, puede haber que romper cartas u otros componentes o añadir pegatinas al tablero. Una vez terminado, ya no se puede volver a jugar. Este en concreto consta de una partida "prólogo" en la que se aprende a jugar, y luego 12 partidas más, que corresponde cada una a un mes del año, en las que se va avanzando en una historia. Pandemic Legacy, temporada cero es la precuela de otros dos Pandemic (temporada uno y dos) y nos lleva a los años de la guerra fría y a buscar y eliminar a espías soviéticos en busca de un virus experimental que la U.R.S.S. intenta liberar (¡qué temática más apropiada!). Pese a que es un juego caro (75-80 euros) y que su disfrute es limitado, es una experiencia que vale la pena experimentar. De 1 a 4 jugadores.
No me queda más que desear que el 2021 sea mejor para todos. Y que hayamos aprendido algo del 2020. Aunque solo sea que el bienestar común es mucho más importante que nuestra comodidad individual. Al fin y al cabo, estamos todos juntos en el mismo barco.