Últimamente ando viendo más series que películas, y la verdad es que llevo una buena racha porque estoy viendo algunas que me están gustando mucho. Concretamente, en esta entrada quería recomendaros 2 series que sólo tienen 1 temporada cada una, y ya. Me encanta el concepto mini-serie porque así no tengo que esperar tanto tiempo a que salgan las nuevas temporadas, y no me gusta cuando las series se hacen eternas. Así que si sois como yo, tal vez os gusten estas recomendaciones.
Esta serie está basada en el libro del mismo nombre, el cuál no he leído. Cuenta la historia de dos mujeres: Elena, madre de familia rica y Mia, una artista que va con su hija de ciudad en ciudad y que tiene unos ingresos más bien humildes.Cuando Mia y su hija se mudan al barrio de Elena, la vida de ambas familias se verá entrelazada. Esta serie trata multitud de temas que me encantan: se centra en la relación nada fácil entre madres e hijas, en el matrimonio, en sentirse realizado con uno mismo, en la vida laboral, etc. Es decir, trata muchísimos temas del día a día, de la vida cotidiana, dramas que muchos hemos pasado y lo hace de forma sublime. Las vidas familiares de Elena y de Mia, cada una a su manera, no son nada fáciles. Esta serie está llena de drama y de salseo, pero bien hecho.
Los personajes están todos genialmente trazados, en especial los de las dos protagonistas indiscutibles: Elena y Mia. A través de flashbacks al pasado y de su vida en la actualidad, vamos conociendo cómo son ellas, que sueños e ilusiones tienen, que secretos guardan y cómo han terminado viviendo la vida que tienen. No falta un punto de misterio en Little fires everywhere, pues la serie inicia con el incendio de la casa de Elena. ¿Cómo se ha llegado a sa situación? ¿Qué ha pasado? Eso es lo que cuenta esta historia. Es una serie recomendadísima que a mí me enganchó desde el primer momento y que se centra en relaciones familiares, cosa que me encanta. Normal people también es la adaptación de un libro, y nos cuenta la historia de Marianne y Connell. Ellos se conocen en el instituto, donde inician una especie de relación en secreto, y ahí arranca la historia. A lo largo de la serie, seguiremos el paso de ambos por el instituto y la universidad, viendo cómo va cambiando y evolucionando su relación.
Esta es una historia de amor, sí, pero nada fácil. La relación entre ambos sufre muchos cambios, muchos altibajos: pasan de amor, a amistad, a no saber nada el uno del otro, a amor otra vez... y así a lo largo de los años. Además, conocemos la vida y el trasfondo familiar de cada uno. No son personajes que hayan tenido la vida fácil. Son complejos, llenos de sueños y de inseguridades, con problemas familiares y dudas propias de la adolescencia. Ambos son muy complejos y esa es la verdadera maravilla de esta serie: sumergirte en los dos protagonistas, comprenderlos y dejarte llevar por ellos.
La serie está narrada de forma peculiar. Tiene muchos saltos temporales y a la vez, escenas que duran muy poco pero que son muy largas. A mí me encantó y conecté totalmente con el tono que tiene, pero puede no ser para todo el mundo. Además, me gustó muchísimo la banda sonora, y la química entre Marianne y Connell es innegable. Me gustó mucho ver cómo va cambiando su relación con los años y como van creando una confianza muy bonita entre ellos, aunque tengan sus baches.