ReConectarse más que soñar cuando echas la siesta…

ReConectarse, no significa poner los pies en la tierra mientras en la cabeza luces pajaritos. ReConectarse, no significa cerrar los ojos mientras te cagas en todo y te sientes ridícula en dicha posición. ReConectarse, no es sentarse en el sofá mientras SUEÑAS con la vida que quieres pero no mueves un dedo.

Cuando hablo de RECONEXIÓN, hablo de cambiar hábitos, generar movimiento y cargar las pilas. YO lo hago disfrutando del abrazo de un árbol, meditando en el bosque, poniendo los pies en contacto con la tierra, creando rituales con aceites, velas y piedras, jugando a la plastilina con mis niños, paseando con mi familia por la playa, visitar a la familia…

Cuando hablo de SOÑAR, no hablo de echarme en el sofá a imaginar la vida perfecta y esperar a que llegue sin más. Va a ser que no, que sin movimiento, no hay cambio. Pero sí puedo echarme una siesta en el sofá, soñar con los cambios que quiero y, al despertar, ir al trabajo con una sonrisa, o programar una nueva acción formativa que me acerque a todo lo soñado.

Cuando hablo de SERENARTE, no hago referencia a sentarte en la posición de Buda, con un mala/rosario en la mano y rezar, rezar, rezar hasta que, por arte de magia, te cae una mochila a tu lado, llena de billetes de 500 euros. Va a ser que no. A lo que hago referencia es que, si serenas tu mente, si #BajasMarchas logras ALEJARTE DEL PROBLEMA o de una etapa de mierda de tu vida para poder ser más objetiva y que, al menos, no te cargues también la salud, amargándote, dejando de alimentarte bien, dejando de descansar, arrugando tu frente, tu alma y tu vida.

Puede que TÚ prefieras ir al gimnasio, ir al cine, calzarte las zapatillas para hacer running, bailar zumba o saborear una cerveza, sábado sí, sábado sí. Eso también vale.

La cuestión no está en que hagas lo mismo que yo sino que logres lo que tú quieres lograr, RECONECTANDOTE, SOÑANDO Y SERENANDOTE del modo que tú decidas. Pero lógicamente, lo que consigo, lo consigo porque hago algo para conseguirlo. Sentada, lo único que logro es que me crezca el culo y siga sumando retención de líquidos.

El SECRETO no es otro que, cuando me siento agotada, desesperada, angustiada o desanimada, no me quedo quieta, lamentando la vida o el momento que me ha tocado vivir sino que hago todo lo contrario, mientras me lamento, lloro y seco mis lágrimas, ya me he levantado, he cogido el teléfono y he llamado para proponer, para hablar o simplemente para quedar.

Y con el CAMBIO DE PROFESIÓN sucede lo mismo: si llevo 10 ó 20 años haciendo lo mismo y ese sector se ha quedado obsoleto, ahora, mientras “voy tirando” empiezo a buscar alternativas nuevas: cursos gratuitos, analizar qué me gusta y qué no, qué quiero, qué tengo y por dónde puedo EMPEZAR a indagar.. buscar nuevas alternativas e ir haciendo como las hormigas… porque si sumo 1 + 1 + 1 + 1, a final de año tengo 365.