Todos experimentamos en algún momento de la vida un episodio de tristeza o de tener los ánimos bastante bajos, pero cuando esos sentimientos persisten y comprometen nuestro funcionamiento diario, puede estarse tratando de una de las condiciones que más incapacitan: la depresión.
El estado depresivo es un trastorno común que puede tomar un importante papel en una persona y toda su familia. Lo bueno es que existe ayuda y tratamientos disponibles, aunque muchas personas deprimidas nunca los buscan. Es imperativo buscar las señales críticas o síntomas que podrían significar que tanto uno como nuestros seres queridos se encuentran bajo riesgo.
Las dos mayores señales de la depresión son, por un lado, la pérdida de interés por actividades que normalmente se solían disfrutar, y, además, un pesimismo y falta de esperanza que puede ser abrumador.
Otros síntomas importantes incluyen una tristeza permanente, ansiedad o sentimientos de vacío; pérdida de la energía e incremento de lentitud general; sentimientos de culpa o de ser inservible; irritabilidad, dificultad para concentrarse e insomnio o sueño excesivo; cambios en los hábitos alimenticios, ya sea comer demasiado o muy poco; pensamientos o intentos suicidas; dolores constantes, problemas estomacales y dolores de cabeza que no responden a tratamiento.
Todos los individuos expresan diferentes signos y síntomas con distinta frecuencia o severidad, pero si al menos 5 de los nombrados anteriormente se aplican a uno mismo o a alguien que conocemos, podría significar depresión. Y aunque es mucho más frecuente en mujeres debido a los cambios hormonales, los hombres tampoco se ven totalmente excluidos.
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