En busca de reconocimiento surcamos océanos, atravesamos fronteras y coronamos la cima de grandes montañas. También iniciamos proyectos, ponemos en marcha empresas y nos embarcamos en aventuras para llegar hasta donde nunca nadie lo haya hecho antes. Hacemos todo lo posible para sacar lo mejor de nosotros mismos. Y ponemos en marcha toda nuestra magia, nuestra poesía y nuestro potencial para deslumbrar al mundo.
En busca de reconocimiento también podemos actuar y fingir ser alguien que no somos. Para conseguirlo podemos llegar a pagar cualquier precio, nos implicamos en oscuras maniobras de poder dirigidas a controlar y a manipular a los demás. Podemos también recurrir a engañar a otras personas, a utilizarlas, a embaucarlas o a desacreditarlas. Todo ello para conseguir de los demás ese reconocimiento que tanto ansiamos recibir.
El reconocimiento es un elemento muy poderoso. Da poder a quien lo da, pues tiene en sus manos la decisión de regalarlo o no. También deja sin poder a quien lo necesita, pues hará todo lo que esté al alcance de su mano para obtenerlo.
Inquietante.
NOTA
La necesidad de reconocimiento o, utilizando la terminología de Eric Berne, de caricias, explica gran parte del comportamiento de las personas.
El próximo 25 de mayo se celebrará en Madrid un evento para rendir tributo a la obra de Eric Berne. La asistencia será gratuita. Los amigos de Cartografía me podréis ver en una mesa redonda junto a otros compañeros. Se puede obtener más información del acto en este enlace.