Revista Coaching

Reconsidera y aprende

Por Vivaconproposito

En una reciente conversación que mantuve con una señora mayor mientras viajábamos en el autobús, reflexioné sobre la forma en que algunas personas ven la vida y que quizás valga la pena meditar.

Me contó que recién había matado una serpiente cambiando de piel que se encontró en el patio de su casa. Me dijo: – “Mal lugar eligió para ´despellejar´. A mí no se me escapa una.”

Tratando de evitar opinar sobre tal crueldad, cambié el tema. Entonces me comento que iba a comprar veneno para matar un hormiguero. –“no puede uno dejar migajas de pan porque se suben en la mesa como Pedro por su casa”. Me explicó.

Una vez más intenté no dar opinión al tiempo que noté que llevaba algo en una bolsa de cartón y ocultaba con su abrigo en el brazo.

-“Es un periquito que me llevó mi sobrina. Ya le tengo una jaula pero quiero cortarle las alas bien cortas para que no pueda volar”. Me expuso con total descaro.

Y aunque aún no salgo del asombro de tal impudicia, trate de buscar el lado positivo de esa cruda realidad y aquí les expongo lo que pude reflexionar de esos pobres animales.

Primero. Una serpiente nos enseña a superar los tragos amargos del ayer. Este reptil tiene que mudar su vieja piel para liberarse de parásitos y picaduras que hubieran ocurrido en el pasado; así puede continuar con su proceso de crecimiento.

Segundo. Antes de que lleguen los climas intensos, las hormigas están muy ocupadas por todos lados recogiendo provisiones para cuando llegue el frío o las lluvias. Ellas aprovechan los tiempos buenos para almacenar comestibles y así estar preparadas cuando se den los tiempos difíciles.

Tercero. Aunque todas las aves son magníficas, los loros y todas sus familias, son especiales. Por ejemplo, cuando se encuentran con mal tiempo, en lugar de volar a través de la tempestad, sin perder la calma abren sus alas y se elevan hasta lograr una altura donde el clima está despejado, o aprovechan los refugios más ingeniosos que otras aves simplemente no logran.

Así que en vez de destruirlos, deberíamos aprender de ellos.

Conclusión

Te motivo a que seas como una serpiente y cambia tu vieja vida superando miedos y resentimientos del pasado que no te permiten superarte. A que seas como una hormiga que ahorra y prepara el futuro, mientras disfruta el presente. Y a que seas como un periquito (loro) que ignora los ataques y las tempestades elevándose a un nivel donde siempre hallará paz.

Aprender de ellos nos inspirará a liberarnos de las cargas emocionales del pasado, a ahorrar para el futuro y a mantener la calma ante las adversidades. Te corresponde a ti ser feliz y tener éxito en la vida.

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