Como habréis podido comprobar por la mayoría de las entradas, mi interés principal se centra en la Segunda Guerra Mundial en Europa. ¿Por qué? Sinceramente no lo se, supongo que por cercanía geográfica. Sin embargo, como su propio nombre indica, la Segunda Guerra Mundial fue un conflicto mundial, que involucró a multitud de países y que se desarrolló en diferentes zonas del planeta.
Hoy, os quiero presentar un libro relacionado con otro entorno: con la guerra en el Pacífico (curiosa incongruencia eso de la guerra en el Pacífico), y más concretamente con los hechos que propiciaron la entrada oficial de los EE.UU. en la guerra en el bando de los Aliados. Y me gustaría, antes de empezar con la obra, argumentar el porque digo eso de "entrada oficial" y no "entrada" a secas. Antes del 7 de diciembre de 1941, EE.UU. estaba involucrada ya en la guerra: claros ejemplos son el envío de pilotos de la USAAF a combatir al lado de los ingleses durante la batalla de Inglaterra, o la aprobación de la ley de préstamo y arriendo por parte del Congreso de los EE.UU., por la que se cedía la Royal Navy la nada desdeñable cantidad de 50 destructores de la armada americana, entre otras ayudas a países aliados.
Y sin más, os presento el libro de hoy: "Recordad Pearl Harbor", de Manuel Leguineche. El genial periodista y escritor nos desentraña con un muy alto nivel de detalle todo lo acontecido en torno al ataque "por sorpresa" (entrecomillado ya que existen muchas teorías acerca de si el gobierno de EE.UU. conocía de antemano los planes japoneses para atacar su base en Hawai) por parte del imperio del Sol Naciente a los Estados Unidos. Con un estilo directo, claro, sencillo y respaldado por numerosa documentación, Leguineche nos traslada a la situación geopolítica entre Estados Unidos y Japón del año 1941 y nos cuenta los motivos que llevaron a este último a atacar la base aeronaval de Pearl Harbor, hasta la posterior derrota de Japón en 1945.
En términos tácticos, el ataque a la base fue un éxito. Varios de los mejores barcos de la Armada destruidos (por ejemplo el USS Arizona), numerosos aviones, el camino libre para la expansión militar japonesa en el sureste asiático... Sin embargo, en términos estratégicos a medio y largo plazo, el ataque fue un completo fracaso. Uno de los objetivos de los japoneses era destruir los portaaviones americanos. Sin embargo, estos estaban de maniobras en el momento del mismo. Y aquí volvemos a las teorías de la conspiración: ¿fue casualidad que estos buques estuvieran de maniobras o fue una acción premeditada por por parte del gobierno estadounidense? Desde luego que yo no tengo la respuesta a esta pregunta. El caso es que este día, bautizado por el presidente Roosevelt como "día de la infamia", marcó la entrada de EE.UU en la guerra, y como dijo el almirante Yamamoto: "se ha despertado a un gigante dormido".
Un saludo,
Javier