“Debo confiar en mis ojos, y admitir que no soy miembro de un partido político pero sí del partido más grande, el partido de los pobres, de los oprimidos, los torturados y los que padecen las consecuencias de una situación injusta. En Chile me he encontrado con los miembros de mi partido.”
Hoy recibí en mi WhatsApp este articulo recordando a don Helmuth Frenz, con quien comparti por años distintas actividades en los mas diversos espacios.
Mi compulsión por fotografiar cada momento- porque se que registrar las actividades y las personas que participan es una forma de mantenerlos vivos y presentes- me permite rememorar lo vivido y traer al corazon al tan querido obispo, amigo y cómplice, a quien extraño cada día
.
Recuerdo los Via Crucis en el Parque por la Paz Villa Grimaldi, cuando el llegaba sonriendo feliz arrastrando el coche donde traía a Sebastian, el menor de sus 10 hijos, y ante mis burlas por su fertilidad a sus casi 80 años, reía y me contestaba Soy como Anthony Quinn…
Pastor Helmuth Frenz y su hijo Sebastian. via crucis 2009Comparti con don Helmuth las actividades de la Comisión Ética contra la Tortura en museos y universidades;
El día 4 de febrero de 1933, en Allenstein, Alemania (hoy Polonia), nacía el destacado pastor y obispo evangélico luterano Helmut Frenz.
Estudió teología en las Universidades de Bonn, Goettingen y Kial, donde conoció a pastores y teólogos de la Iglesia Confesante, la que resistió a Hitler en Alemania.
En 1959, fue ordenado pastor de la Iglesia Luterana y con posterioridad fue enviado como pastor y misionero a Chile (1965), específicamente a la ciudad de Concepción. Una de sus primeras labores fue ser capellán de la Cárcel de Menores donde conoció de cerca la vida de los pobladores de los campamentos y la situación de los marginados en Chile.
Frenz fue nominado obispo de la Iglesia Luterana, por lo que debió trasladarse a Santiago en 1970. El entonces presidente Salvador Allende, pidió a las Iglesias que acogieran a los numerosos refugiados políticos que entonces vivían en Chile. Helmut Frenz se abocó a dicha tarea fundando la Organización Ecuménica “Diaconía” que, tras el golpe de Estado de 1973, se transformó en la Comisión Nacional de Ayuda a los Refugiados (Conar) que posibilitó la salida del país de más de 7.000 refugiados extranjeros del país.
En octubre de 1973, junto al obispo católico Fernando Ariztía, presidió el Comité para la Paz en Chile. El 13 de noviembre de 1974, a las 9:45 horas, según señala el mismo Frenz, “visité, acompañado del obispo Fernando Ariztía, al general Augusto Pinochet. Nos era conocido que la policía secreta Dina usaba lugares de tortura ocultos para adiestrar técnicamente a sus verdugos. (…) Pinochet nos recibió sin ningún acompañante de su parte en su despacho oficial. Le entregamos la documentación a la que él le echó una mirada interesada. Cuando comenzó la conversación empleando la palabra “apremio físico”, él nos interrumpió con la pregunta: “¿Ustedes quieren decir tortura?”. Nosotros contestamos afirmativamente y pudimos emplear a partir de este momento claramente la palabra “tortura”, tras lo cual Pinochet dijo: “El bacilo del comunismo ha contagiado al pueblo. Por esta razón tengo que combatirlo y aniquilarlo. Los comunistas más peligrosos son los miristas. Es preciso torturarlos, pues si no se hace, no hablan. La tortura es necesaria para exterminar el comunismo”.
En 1975 Frenz fue objeto de un allanamiento ilegal en la iglesia luterana de Lota, donde fue detenido ilegalmente por la dictadura. Ese mismo año fue también uno de los que dio inicio a la Fundación de Ayuda Social de las Iglesias Cristianas (Fasic), mientras desarrollaba acciones de solidaridad con los presos políticos y los perseguidos a través de una red clandestina.
El 3 de octubre de 1975, y por su trabajo por el Evangelio, Helmut Frenz fue expulsado de Chile por el general Pinochet, volviendo a su natal Alemania. Allí ejerció como secretario general de Amnistía Internacional durante 10 años, desde donde inició las denuncias contra la complicidad con la dictadura de Pinochet de parte de Colonia Dignidad. Posteriormente, fue Director del Departamento de Refugiados del Estado Federal de Schleswig Holstein, siempre en Alemania.
En 2003, la Comisión Etica contra la Tortura (CECT-Chile) invitó a Helmut Frenz a visitar Chile por segunda vez desde su expulsión. El pastor regresó para quedarse, colaborando con su Iglesia y con la CECT, habiendo sido decisiva su participación en la instauración de la Comisión sobre Prisión Política y Tortura (Comisión Valech), destinada a establecer verdad, justicia y reparación a los sobrevivientes de tortura bajo la dictadura pinochetista.
En 2009 recibió la nacionalidad chilena por gracia y participó de múltiples otras actividades de solidaridad con víctimas de la injusticia, tales como el pueblo mapuche y las personas detenidas en manifestaciones públicas.
Falleció el 13 de septiembre de 2011 en Hamburgo, Alemania.
«Aquel a quien Dios abre los oídos y el que escucha a los pobres, oye el clamor de los doblegados con más fuerza y claridad que la propaganda de los ricos y de los poderosos. Es nuestro deber ponernos al lado de los desposeídos; y por eso nos critican y censuran, pues hasta ahora los poderosos estaban acostumbrados a que la iglesia justificase sus atropellos»
“La expresión “violación de los derechos humanos” es una formulación eufemística y apaciguante. En realidad se trata de crímenes gravísimos, cometidos en nombre del Estado y con su autorización: detenciones arbitrarias, deportaciones y desaparición de personas, tortura y asesinato por orden del Estado. Quien siendo conocedor de estos crímenes, calla, se hace cómplice”.
“Tomemos a Jesucristo como modelo y no al socialismo –tampoco al capitalismo- ni a algún sistema de ideologías, sino que sólo y únicamente a Jesús. Él es el Señor y nosotros le obedecemos. Estoy preparado, amigos, a poner en juego mi reputación, porque me vayan a señalar como colaborador de la izquierda porque nuevamente debo abogar por los perseguidos y oprimidos. Pero no se trata de eso. Jesucristo nos exhorta a ser colaboradores de la humanidad. No debemos esquivar esta invitación. Se solicita nuestro testimonio poniéndonos a disposición de aquellos a quienes nadie quiere ayudar. ‘Busquen primero el reino de Dios y su justicia, así recibirán también todo’. Amén”.
“Debo confiar en mis ojos, y admitir que no soy miembro de un partido político pero sí del partido más grande, el partido de los pobres, de los oprimidos, los torturados y los que padecen las consecuencias de una situación injusta. En Chile me he encontrado con los miembros de mi partido.”
Fuentes: https://www.elciudadano.cl/…/helmut-frenz-ejemplo-d…/10/04/…
https://defensoresydefensoras.indh.cl/…/dicta…/helmut-frenz/
https://enelbalconyenelcamino.com/…/los-evangelicos-y-los-…/
http://estudiosevangelicos.org/helmut-frenz-entre-el-mito-…/
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure