Paseando por el Centro de Córdoba, he visto varios carteles publicitando una Shopping Night para el próximo viernes, 1 de junio. Junto a este artículo he incluido el cartel promocional de la iniciativa.
Y la iniciativa me parece acertada y espero que sea el germen para que se imponga la libertad de horarios. Es curioso, pero muchos comerciantes que no están por esta libertad, seguro que se ven obligados a secundarla, puesto que lo hace la competencia.
Esta iniciativa será un magnífico test para que el comercio valore si una ampliación de horarios podría aportar más beneficio a sus negocios. Allí donde se ha puesto en práctica ya se ha verificado el éxito de la medida, por ejemplo en Madrid, donde se instauró la libertad de horarios en una zona determinada de la capital y, tras su éxito, se va a ampliar a toda la Comunidad Autónoma.
Lógicamente, la ampliación de horarios comerciales ha de garantizar el derecho de todos los trabajadores a que se respeten sus días de descanso y la compensación económica que corresponda por trabajar en domingos, festivos u horas “no comerciales”.
Lo que no entiendo es como, a estas alturas, se limita el derecho de una persona a abrir su tienda cuando lo considere oportuno y durante el horario que más se adapte a las necesidades de sus clientes. Si no ponemos en duda que un camarero, por ejemplo, trabaje los festivos o por las noches, por qué criticamos que una tienda de ropa o una zapatería pueda abrir esos mismos días.
No sé si la libertad de horarios, o abrir a horas no convencionales será una buena medida (aunque parece que para la Shopping Night sí lo es), lo que pido es que se dé libertad a cada establecimiento de abrir cuando quiera.
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