Andalucía es una de las regiones europeas en la que el desempleo es más elevado, por no decir la que más. Según la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al tercer trimestre de 20013, el 36,4 % de los andaluces se encuentra en situación de desempleo, alcanzando tasas desorbitadas entre los menores de 25 años.
Cualquier persona sensata, teniendo en cuenta el 1.064.114 de personas inscritas en las listas del INEM en Andalucía, pensaría que la administración andaluza se vuelca con los desempleados, preocupándose de su formación, de mejorar el currículum vitae de cada uno de los parados y tratando de fomentar la búsqueda activa de empleo y la creación de empresas, pero nada más lejos de la realidad.
Ayer publicaba la prensa andaluza que el Partido Popular ha denunciado que la Junta de Andalucía mantiene una "opaca" red de observatorios sobre empleo, que "ni funcionan si solucionan" y que, además, a juicio de los populares, "es cara y está sobredimensionada". Dicen en el PP que "algunos son proyectos falsos, virtuales, supuestamente diseñados para crear empleo, pero que ni el propio Gobierno andaluz sabe a qué se han dedicado".
Y no solo en lo referido a los observatorios sobre el empleo, de los que es la primera vez que oigo hablar. Y es que si se pregunta a cualquier desempleado andaluz (seguro que todos tienen uno cerca), éste le podrá explicar su experiencia en el paro. Primero porque cuando uno va a apuntarse al paro es recibido en unas oficinas colmadas de gente, en regular estado y con un personal que está desbordado y que, por lo tanto, como mucho, te pone una sonrisa, pero poco más puede hacer por el parado. Y segundo porque este parado te dirá que no ha recibido ninguna llamada del Servicio Andaluz de Empleo interesándose por su experiencia, currículum o para asesorarle sobre como afrontar el desempleo. El parado tendrá la sensación de que lo dejan “a la buena Miguel”, tirado, sin que preocupe su situación y su futuro.
Luego el parado se entera de que existen unas oficinas llamadas “Andalucía orienta”, en las que supuestamente te asesoran sobre como encontrar trabajo, como mejorar el currículum y te aconsejan sobre cursos y te facilitan datos de empresas a las que visitar, entre otras cosas. Pero también se entera que la Junta ha recortado ese programa y que en Córdoba capital, por ejemplo, las oficinas del “Andalucía orienta” del IMDEEC, de CECO y de Fundecor han de echar el cierre por falta de fondos, e imagino que igual en el resto de Andalucía.
Pues eso, que a los políticos (y aquí incluyo también al gobierno de la nación) se les llena la boca hablando de ayudas al desempleado, de programas para asesorar al parado, pero de eso nada de nada, pues nadie hace nada por el parado, o se busca él la vida o no sale del desempleo. Da la sensación de que las políticas de empleo están sirviendo para hacer muy ricos a algunos (y no miro a nadie). Pregúntenle a cualquier parado.