Era una asignatura pendiente, visitar la capital Inglesa. He de decir que superó mis expectativas.
Hay mucho por ver, muchos puntos interesantes que diría que son imprescindibles. Una de las cosas más positivas que tiene la ciudad es que los museos son gratuitos, y eso da mucho juego.
Por lo tanto no hay que dejar de visitar el que para muchos es la mejor muestra de las culturas del planeta. Una joya en la que se puede pasar de Egipto a Grecia en unos metros… eso solo pasa en The British Museum.
British Museum
La National Gallery en plena Trafalgar Square tampoco deja indiferente. Van Gogh, da Vinci, Cézanne, Caravaggio, entre otros, se juntan en el este rincón genial de la ciudad.
National Gallery
Aunque no se cuente con mucho tiempo en la ciudad hay que dedicarle unas horas a estos dos museos.
Paseando por el Támesis nos encontramos con la famosa Tower Bridge. También cerca del río tenemos la Catedral de San Pablo desde donde se puede tener una vista panorámica muy buena de la ciudad. Cerca de San Pablo se puede visitar la Tate Modern que en su tiempo fue una estación eléctrica y ahora acoge exposiciones de artistas de gran nivel.
Tower Bridge
Acercarse hasta el Buckingham Palace para ver el cambio de guardia es curioso pero, en mi opinión, demasiado largo y llega a hacerse aburrido. De Mayo a Julio se realiza cada día a las 11:30. El resto del año en días alternos.En el corazón de la ciudad nos encontramos el Palacio de Westminster sede del Parlamento Británico. Con la famosa Torre Victoria y la torre del que quizás es el reloj más famoso del mundo, el Big Ben.
Big Ben
Westminster
Hay una amplia línea de metro y autobuses que conectan los principales destinos turísticos. Una forma de comer a precios asequibles es ir a los pub y comerse el plato del día o un plato combinado. Imprescindible tomarse cervezas a la hora en la que los londinenses salen de las oficinas, los pubs son puntos de encuentro de amigos y familiares y es realmente divertido pasarse por ahí.
Pasear por Chinatown, subir al London eye, alucinar con las luces de neón en Picadilly Circus, pasearse entre los ejecutivos de la city o tener un momento de relax en Hyde Park son algunas de las muchas cosas que se puede hacer en la capital londinense. Se mire como se mire, Londres es siempre sinónimo de entretenimiento.