Revista Viajes

Recordar para no olvidar. Los Killing Field de Choeung Ek en Camboya

Por Oscar Oscar López Castedo @oscarcastedo

Una de las visitas obligadas en Camboya, junto con los templos de Angkor, es el Choeung Ek Genocidal Center.

Llegué hasta allí alquilando en mi guesthouse, una moto por 5USD. Situado a unos 15km al sudeste de Phnom Penh, este es un lugar para el recuerdo de las atrocidades cometidas por los Jemeres Rojos, y una forma de rendir homenaje a los millones de víctimas de los crímenes del UCKRR.

Las fosas comunes

Las fosas comunes

Hasta 1.975 el Choeung Ek killing Field, era un cementerio chino, sin embargo entre el 1.975 y 1.979 se convirtió en el más cruel y bárbaro campo de la muerte en la tierra. Formaba parte de la prisión de seguridad S-21, que incluía actividades de detención, tortura e interrogación. Desde la prisión Tuol Sleng de tortura e interrogación, y otras partes del país, los prisioneros eran traídos a este campo de la muerte para su asesinato. Para ello había una extensión de dos hectáreas.

Entre 1.976 y 1.978 cerca de 20.000 víctimas, que incluían, diplomáticos, extranjeros, intelectuales, trabajadores, granjeros y especialmente mujeres y niños, fueron asesinados aquí.

Se encontraron 129 fosas comunes, de las cuales se excavaron 86, con 8.985 cadáveres, la mayor de las cuales tenía 450 víctimas. 

A partir de 1.988 se convirtió en un centro para mostrar las atrocidades que allí habían sucedido y que el mundo jamás las olvidara. Además se transformó en un centro nacional para la consagración y la memoria de los más de 3 millones de personas que perdieron su vida durante el régimen jemer del UCKRR.

Estupa conmemorativa

Estupa conmemorativa

En la estupa central del campo, construida para tal propósito, tras los cristales, hay alrededor de 8.000 cráneos de víctimas, ordenados por edad y sexo. Es algo escalofriante ver este monumento y simplemente llegar a imaginar las atrocidades cometidas.

Entre las evidencias que se pueden contemplar en el campo, están los vehículos usados para el transporte de prisioneros, las celdas de la prisión, las oficinas de los oficiales, los almacenes de veneno, los almacenes donde se guardaban los instrumentos de tortura y asesinato, las fosas comunes, etc. Destacan por su crueldad, el llamado “magic tree”, donde se colgaba un altavoz para silenciar los gritos de las víctimas de tortura, pero sobre todo el “killing tree” que se usaba para asesinar a los niños golpeándolos contra el árbol.

La vista de las fotografías de militares y víctimas sobrecoge el alma, es algo difícil de entender y digerir. Cómo es posible que haya tanta crueldad en un ser humano. Pero aún así, más de 30 años después seguimos sin aprender la lección y continuamos cayendo en los mismos errores y tópicos.

Debemos tomarnos nuestro tiempo para reflexionar, pensar en cómo cada uno de nosotros puede poner su

Árbol de los horrores

Árbol de los horrores

granito de arena para que esto no suceda de nuevo en ningún lugar del planeta. Y algo estamos haciendo mal cuando seguimos cometiendo y se siguen permitiendo barbaries en diferentes puntos actualmente como África, Oriente Medio, Tíbet, etc.

Se puede recordar a las víctimas, ofrecer flores, incienso y velas de acuerdo con la tradición jemer.


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