El Condado de Clare, en Irlanda, es poseedor de los bellísimos paisajes de The Burren, una serie de formaciones geológicas en las montañas del oeste de la isla. Si algo caracteriza a las montañas del condado, es que dentro de ellas se expanden muchísimas cuevas, y algunas, como la Cueva Aillwee, se encuentran abiertas al público.
Tuvimos el chance de visitar la cueva en nuestra visita a los Acantilados de Moher, ya que nos quedaba de camino desde Galway. Los visitantes pueden deleitarse con las vistas de The Burren, y al llegar a la entrada de la cueva, encontrarán un ameno centro de visitantes, pequeño pero muy cómodo, desde donde se podrá iniciar la aventura.
Historia
Descubiertas por un granjero irlandés en 1944 (y por pura suerte, ya que fue al seguir a su perro), su ubicación se mantuvo en secreto por este granjero por casi 30 años, hasta que en 1973 decidió contar de su existencia.
Tour
La cueva se extiende por cerca de un kilómetro, aunque solamente menos de la mitad de su tramo es abierto al público. El tour de treinta minutos, con un valor de cinco euros, permite a los turistas observar las estalactitas y estalagmitas, así como poder observar los esqueletos de un par de osos marrones, que valga decir se encuentra extintos en Irlanda desde hace ya bastante tiempo. Además, hay una impresionante catarata al final del recorrido, que alimenta el pequeño río que cruza la cueva. El tour es totalmente seguro y las áreas del recorrido están perfectamente iluminadas.
Fuera de la cueva, el visitante puede disfrutar de un té, un café o una deliciosa comida en el pequeño restaurante. También puede conseguir sus propios souvenirs en la tiendita, o explorar la típica formación geológica de The Burren en la colina superior de la cueva. Un pequeño pero muy disfrutable desvío en el Condado de Clare.
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