El año 2013 fue próspero para conocer lugares, tanto de la Patagonia argentina como de la chilena. Sin embargo, este viaje por el Sur de Chile mostró una belleza natural muy particular: una conjunción de viaje terrestre y marítimo de insospechadas vivencias. Luego de haber recorrido por segunda vez hermosos lugares de Esquel del lado argentino, pasando por Trevelin, ambos en Provincia de Chubut, y cruzado la frontera en Futaleufú, primer pueblo chileno, deberíamos llegar hasta Chaitén. Una población arrasada por la furia de la Naturaleza en el año 2008 cuando el volcán del mismo nombre sepultó prácticamente la ciudad bajo sus eternas cenizas.
DesdeChaitén, Provincia de Palena, X Región de Los lagos, hasta Puerto Montt, Llanquihue, X Región de Los lagos, ChilePrimera ParteDesdeChaitén, hasta Caleta Gonzalo, Provincia de Palena, X Región de Los lagos, ChileSiendo nuestro destino final en territorio chileno, Puerto Montt, elegimos para el trayecto el recientemente inaugurado Sistema Bimodal, es decir, el sistema de transporte que combina transbordadores y medios terrestres, sea tu propio automóvil o el bus para el traslado que une a la Provincia de Palena con el resto de la Región de Los Lagos por el continente.
Chaitén
En Chaitén, se encuentra una oficina de la Compañía Naviera que hace el viaje donde se deben comprar los tickets de embarco. Los valores son por el tramo completo desde Caleta Gonzalo hasta Hornopiren, incluidos los pasajeros que, en el caso, éramos dos.El precio del ticket es el mismo para autos y camionetas.
La oficina de La Naviera se encuentra enfrente justo de la Estación de combustible COPEC. Al fondo, el majestuoso Volcán Corcovado.Desde Chaitén hasta Caleta Gonzalo, lugar donde se aborda la barcaza, se deben recorrer unos 60 Km por camino de ripio que corre junto al mar en varios tramos, aunque la tupida selva valdiviana no deja apreciarlo.
Este camino es utilizado como pista de aterrizaje para aviones pequeños “Charter”, medio también muy utilizado por quienes no viajan por su propia cuenta en automóvil. Un espectáculo ver descender de improviso al avión.