Después de años de viajar, Sandemans New Europe se ha convertido en algo imprescindible a la hora de visitar y recorrer una ciudad, sin embargo, en los últimos tours que hemos hecho, ese aire único que tenía lo ha ido perdiendo.
Conocí a Sandemans en el viaje por Escocia. Con ellos hice el tour gratis por Edimburgo, el tour oscuro y también el Pub Crawl y la experiencia fue algo increíble. Desde conocer los pequeños rincones de la ciudad hasta las leyendas que impregnan a Edimburgo.
Después de Edimburgo, y durante el Interrail de 2010, hice el tour de Munich, junto con el de Dachau, el de Praga, así como el del Castillo de Praga, el de Berlín y el de Amsterdam y las impresiones fueron dispares. El de Munich fue algo increíble, aprendimos montones de historias y conocimos rincones únicos de la ciudad, todo acompañado de anécdotas de la II Guerra Mundial.
En Praga, la experiencia descubriendo la ciudad fue tan positiva que incluso luego reservamos el tour del Castillo de Praga para poder conocer un poco más de la ciudad y sobre todo para descubrir los secretos del Castillo antes de disfrutar de la final del mundial.
En el viaje a Dublín, realicé el primero de los tours por Dublín y aunque el guía era novato, nos fuimos contentos porque nos contó historias, hizo juegos e hizo un tour ameno.
Sin embargo, donde mejor experiencia hemos tenido ha sido en Berlín, ya que gracias a los consejos de la guía, pudimos visitar los museos de Berlín gratis y conocer el busto de Nefertiti.
Sin embargo, nuestra experiencia después de Berlín no ha hecho más que ir empeorando. En el tour de Amsterdam, la guía parecía más interesada en nombrar los sitios donde comprar drogas o conseguir mujeres. Eso fue todo lo que nos enseñaron de Amsterdam, y después del tour en Holanda, los tours de Sandemans no volverían a ser lo mismo.
Durante el segundo interrail no hicimos ningún tour y este año, en el #T2BUKTRIP pudimos realizar 3 de ellos. El primero fue el de Londres, un tour muy interesante pero donde el guía iba tan despacio que después de 3 horas todavía nos quedaba la mitad del tour, por lo que por desgracia ni nos dio tiempo a acabarlo. Luego hicimos el de Dublín, donde coincidimos con 35 personas más, por lo que el tour perdió gracia y sentido y ni pudimos disfrutarlo ya que todavía recordaba muchas historias del primer tour y en esta segunda oportunidad, la mitad de las historias se olvidaron. Por último realizamos el de París, donde a pesar de que éramos pocos, el guía en cada parada recordaba que había que darle una propina al finalizar, lo que hacía bastante pesado el continuar con él el tour.
Sandemans nació con una idea innovadora, haciendo asequible para todos los bolsillos hacer turismo, y lo único que pedían a cambio era una donación, la voluntad de cuanto te gustó el tour, nada más. Pero poco a poco han ido perdiendo esa esencia del principio, ahora sólo cuentan cuatro o cinco detalles importantes y el resto lo hacen en sus tours de pago, además de pasarse todo el tiempo recordando que son gratis y que tenemos que colaborar.
Son una magnífica iniciativa para poder conocer las grandes ciudades Europeas, pero deberían volver a su origen, a eso que nos cautivó en el primer interrail.