Recorriendo la isla de Formentera en moto

En el archipiélago balear existe una pequeña isla llamada Formentera. Es quizás la menos conocida de las cuatro que componen el archipiélago, pero no tiene nada que envidiar a las demás. Sus numerosas playas y calas le otorgan una belleza incomparable. Es la más pequeña de las Baleares (83,2 km2) y está a tan sólo 3 km de Ibiza. Sólo se puede acceder a ella en barco desde Ibiza, trayecto que dura 35 minutos. Había planeado una visita a Ibiza y Formentera para este otoño, pues no conocía ninguna de las dos islas. Pensé que la moto sería el vehículo ideal para recorrer la isla de Formentera por su pequeño tamaño, y entonces hice una búsqueda de moto rent formentera para preparar mi viaje.

En la isla el clima es suave con inviernos templados y pocas lluvias, por lo que pensé que podría ser un buen destino para esta época del año. Seguro que habría mucha menos gente que en verano y así podría disfrutar en tranquilidad de sus impresionantes playas de arena fina y agua color turquesa. Cuando veía fotos de playas como Ses Illetes, considerada una de las más bellas del mundo, me entraban ganas tremendas de estar allí. Esta playa está dentro del Parque Natural de Ses Salines de Eivissa y Formentera, en el extremo norte de la isla. En mi búsqueda de información encontré otras playas paradisíacas como Migjorn, Cala Saona y Ses Platgetes. Y no sólo por sus playas merece la pena visitar esta isla, pues hay muchos otros rincones llenos de encanto para conocer.

La isla es bastante llana y sin grandes elevaciones. La altura máxima es de 192 metros sobre el nivel del mar en Sa Talaïassa, en el altiplano de la Mola. Su peculiar paisaje combina dunas con bosques de vegetación mediterránea como el pino y la sabina. En el ecosistema marino destaca una planta marina que es un símbolo de identidad de la isla, la Posidonia. También cuenta con una gran biodiversidad de fauna, habiendo 210 especies de aves censadas y las vistosas lagartijas autóctonas extendidas por toda la isla.

La población humana es de unos 12200 habitantes, y la cuarta parte de ellos se concentra en el núcleo urbano de San Javier. En La Sabina se encuentra el único puerto de la isla. Me preguntaba cómo sería vivir en una isla tan pequeña y donde quizás muchos de los habitantes se conocieran. Claro que con Ibiza como vecina tampoco se pueden aburrir, que no en vano es uno de los lugares de fiesta más conocidos del mundo. Yo también quería conocer Ibiza aunque no me interesaba la fiesta precisamente.

La historia de Formentera se remonta a la Edad de Bronce, unos mil años antes de que los fenicios llegaran a Ibiza. En esa época se construyó el sepulcro megalítico de Ca na Costa, entre 1900 y 1600 a.C. Por allí también pasaron los púnicos y romanos, y más adelante la isla sufrió invasiones visigodas, musulmanas y vikingas. Tras la expulsión de los musulmanes la isla permaneció muy poco poblada durante siglos hasta el año 1695 en el que se produjo la repoblación definitiva de la isla. Desde 1960 y 70 se empezó a desarrollar la industria turística convirtiéndose en la principal actividad económica hasta la actualidad. El alquiler de vehículos en Formentera es parte importante de esta actividad turística y son muchos los turistas que lo hacen para recorrer la isla.

Algunos lugares de interés histórico que no te puedes perder son las torres de defensa que se construyeron en el S XVIII para proteger a la población de las incursiones piratas. También están los molinos de viento que se utilizaban para moler el trigo. Y como no los faros del Cap de Barbaria (con increíbles vistas) y el de la Mola (punto más alto de la isla). Por último, conviene visitar algunos pueblos típicos como La Savina, Es Pujols y Sant Ferran con sus mercados artesanos. Pero para mi, como bióloga y amante de la naturaleza que soy, lo mejor es el patrimonio natural de la isla. No me perdería por nada del mundo la visita al Parc Natural de Ses Salines d’Eivissa i Formentera con lugares como Can Marroig y Punta de Sa Pedrera, o al gran lago de Estany Pudent y Ses Salines, uno de los mejores lugares para la observación de aves en la isla. 

Mucho más podría contar de esta increíble isla que tanto tiene que ofrecer pero aquí lo dejo de momento hasta que vaya a visitarla. Sintiéndolo mucho he tenido que aplazar mi visita para más adelante pues tengo otros asuntos importantes que atender que me impiden viajar en este momento. Todavía tengo mucho que contar de mi viaje en Centroamérica de este año, que hace poco empecé a escribir, y con el continuaré en próximos posts. Espero que nuevos viajes lleguen el año que viene y que entre ellos haya una visita a Formentera.