Recortes

Imagen extraída de www.lacasitainfantil.com

¿Se acuerdan ustedes de aquellos recortables con los que jugábamos de pequeños? Esos muñequitos tan simpáticos a los que podíamos cambiar la vestimenta, los zapatos, el sombrero, el color de pelo… Aunque nosotros no lo supiéramos, aquello era un magnífico ejercicio para ejercitar la motricidad fina.

Sin embargo, con el paso de los años, el concepto de aquel juego ha cambiado notablemente y ya no me hace tanta gracia. Sobre todo porque ahora los machanguitos somos nosotros y el tijeretazo lo aplican los que, precisamente, no han sabido controlar sus manos a la hora de despilfarrar y gestionar mal las cosas.

No sólo es que desde hace tiempo muchos nos hemos privado de disponer de un amplio fondo de armario, como el de los recortables, que cambiábamos cada dos por tres. Nos limitamos a lo justo y necesario, vamos. El problema está en que esos “recortes” se están aplicando en servicios fundamentales, como son la Educación o la Sanidad.

No puedo evitar echarme a temblar, cuando oigo exabruptos del tipo de los de Esperanza Aguirre, sobre que debería revisarse la ley para que la Educación dejara de ser obligatoria y gratuita en determinados tramos. ¡Vamos, la solución perfecta! ¡Qué más dará unos cuantos pobres que dejen de estudiar! Cuanto más analfabetos, mejor. Así sacaríamos el país adelante.

Y en Sanidad, pues tres cuartos de lo mismo. Recortamos, cerramos salas de hospitales, dejamos de contratar médicos y demás profesionales sanitarios y ¡hala!, así ahorramos. Total, tampoco viene mal que se nos mueran unos cuantos. Menos vagos que alimentar.

Y aunque me salga un poco del tema; pero dentro de la dinámica de los disparates que hemos escuchado últimamente, y por la parte que me toca, la última idea: la del Consejo de Administración de RTVE para acabar con la independencia profesional de los periodistas, intentando controlar los contenidos de los informativos de TVE, (no es que no se haya hecho desde siempre de una forma más o menos velada, es que ahora se trataba de institucionalizarlo por ley). Claro que tuvieron que dar marcha atrás porque la cosa se le fue de las manos. ¿Ven? Esos de pequeños no ejercitaron su motricidad fina.