Leo en el diario El Correo que el Gobierno vasco construirá 2.000 viviendas menos de las previstas en alquiler social, sirviéndose como coartada, una vez más, de la crisis económica. Si en el Plan de Vivienda 2010-2013 se habían comprometido a edificar 3,.000 pisos destinados al alquiler social, finalmente éstos serán sólo 1.500. Las víctimas de este recorte son, de nuevo, las personas con menores recursos, que son, en definitiva, las que están pagando todos los platos rotos de la crisis económica. La política fiscal, en cambio, ni se toca, no vaya a ser que los ricos tengan que pagar más impuestos, se enfaden y llamen al orden a los gobiernos respectivos. Un cero para la política de vivienda de Patxi López.