Qué difícil se me plantea esta reseña. No os lo podéis imaginar. No sé ni por dónde empezar.... así que lo mejor es que os hable de mi dilema. Como sabéis esta novela que va firmada por W. D. en realidad tiene dos pares de manos detrás, dos cabecitas pensantes. Una de ellas es Mai, de Perdida entre páginas, bloguera a la que sigo desde no hace demasiado tiempo de manera regular y a la que le comento algunas entradas esporádicas, lo que, para como soy yo, es bastante, pues sólo dejo mi pequeña opinión en sitios muy concretos de personas muy concretas. La otra cabecita es Arsénico, de Divagando entre líneas, mi querida Arse, un nombre que podréis encontrar apareciendo por aquí y por allí en numerosas entradas de este humilde blog. Tengo que ser sincera, Arse para mí no es sólo una bloguera a quien comento entradas. Arse es una amiga que la distancia y el azar no ha querido poner nunca en la misma ciudad, como podría haber sido Barcelona en algún que otro Salón de Manga, así que no he tenido el gusto de conocerla en persona y es una espinita clavada que tengo desde hace tiempo. Por suerte vivimos en una maravillosa era de la comunicación que me ha permitido llamarla amiga a pesar de no haber compartido nunca el mismo espacio físico.Hecha esta presentación, entenderéis por qué es difícil hacer esta reseña, y es que, a pesar de hacerla de manera lo más objetiva posible, no la tomaréis en serio y eso me va a dar rabia. Rabia porque (y ya corto la expectación y los nervios que Arse habrá tenido hasta estos momentos) me ha maravillado, encantado, enamorado, y no sé si las palabras con las que voy a expresar mi admiración por la novela serán contraproducentes, creando escepticismo e incredulidad. De todo corazón pido solemnemente que creáis que digo la verdad. En este reseña más que en ninguna otra. Si mis lectores (asiduos o no) habéis visto con anterioridad que soy sincera en mis opiniones (ya coincidamos después o no en la valoración), dadme el voto de confianza en esta novela escrita (a medias) por una amiga.Argumento: «Quiere muchísimo a Wendy», pensó, indignándose con ella al ver que no comprendía por qué no podía volver a tener a Wendy.El motivo era de lo más simple: «Yo también la quiero. Y no podemos tenerla los dos, señora». Peter Pan y Wendy, de J. M. Barrie
Cien años después la historia se repite. O quizá no.
Todavía no se conocen. Ni siquiera se intuyen. Peter y Wendy tienen un destino común del que no podrán escapar. La aventura de la vida y la magia del amor empiezan contigo, en cuanto te atrevas a descubrir su historia. Podríamos hablarte sobre caracoles, estrellas, princesas que no sienten dolor, palabras inventadas, catarros mal curados o mundos rellenos de sueños donde todo es posible. Por explicarte podríamos deleitarnos y ser un poco malas y adelantarte que el amor no siempre es dulce. Pero claro, eso sería adelantar acontecimientos y no entenderías nada. Así que olvida las últimas líneas y sumérgete en una historia donde todo es posible, incluso que el sol y la luna se besen. Pronto, todo tendrá sentido. Bienvenido a nuestro particular Nunca Jamás.
Para empezar, una confesión: no he leído la obra original de Barrie. Mi contacto con el mundo de Peter Pan se reduce a la versión de Disney y, posteriormente, a la película Hook. Segunda confesión: no es de mis historias predilectas, al menos no lo era de niña, pues no me gustaba el final. Hace años que no la veo y quizás sería un buen momento, ya de adulta, pues lo que sé que captaré es bien distinto, y más con las notas que las autoras han dejado sobre la historia original al finalizar la novela. Pero sin duda, si ha nacido ahora mi interés es todo gracias a esta obra.
Recuerda que me quieres es un homenaje hecho con sumo cuidado y cariño. Cada una de las frases que componen la novela lo evidencia. Claramente, es un homenaje a Peter Pan con infinidad de guiños (los niños perdidos y su guarida, Garfio, Campanilla, los dedales, Nunca Jamás...). Muchos son fáciles de ver, pero seguro que se me habrán escapado otros tantos por no conocer la novela original. Pero también se cuelan por sus páginas Alicia en el País de las Maravillas, La Historia Interminable o El Principito (me avergüenza darme cuenta que tengo todas esas historias pendientes). No sólo eso, la novela tiene su propia banda sonora con canciones que tienen su significado en cada momento de la trama. Además, cada capítulo empieza con una cita de un autor famoso, salvo algunos que citan la historia original de Barrie. Todo cuidado al milímetro. Todo pensado. Todo mimado, con respeto y enorme cariño a cada una de las referencias.
Podría parecer, visto lo visto, que estas dos chicas se han limitado a coger un clásico principal de base y añadir una cosita por aquí y otra por allí de otras historias. Ni mucho menos. Aunque la esencia de los protagonistas coincide y las referencias son múltiples, la trama que llena las páginas es completamente original. Original y maravillosa. Una novela clasificable como Juvenil Romántica que habla de muchas cosas y trata muchos temas. Una de esas historias que reconcilian a cualquiera con el género dedicado a los jóvenes porque no habla sólo de amor. En esta historia se habla de crecimiento, de sueños por cumplir, de soledad, de traumas, de homosexualidad, de problemas familiares, de miedos, de... Hay tanto que descubrir en sus páginas que es imposible que os hable de todo.
Si hay algo que quiero destacar es que estamos ante una novela mágica. Pero no hay hechizos y el Nunca Jamás que todos conocemos no existe. Es otra clase de magia, una magia encerrada en palabras y pequeños detalles, en cuentos, en comparaciones divertidas, en lazos que unen, en conexiones profundas y en fantasmas del pasado.
Pero es que, además, la historia es una caja de sorpresas. Desde el primer momento las autoras, como dos arpías, dejan entrever que la relación que parece desarrollarse de manera (casi) idílica dará un giro brusco. Aunque se mantiene la tensión y la intriga, es todo tan bonito que parece imposible que haya piedra en el camino que no sean capaces de patear fuera de éste. Sin embargo, el giro se da y toda la novela, todo lo conocido cambia. Se da a 115 páginas del final y acaba siendo imposible saber cómo va a acabar la cosa. Sólo hay una certeza y es que acaben juntos o no, no será lo mismo y habrá que llorar. Pero no era un giro brusco, metido con calzador, era la verdad escondida que salía a la luz para cambiarlo todo. Es una novela que sorprende página a página y que se remata en un desenlace soberbio. Es una novela que, tras leerla una vez, hay que volver antes o después a ella para comprenderla a la perfección. Aún no, la dejaré reposar un tiempo y espero entre medias leer esos clásicos que tengo pendientes (incluido el de Barrie) y que darán más sentido a esa relectura que haré cuando llegue el momento.
Y, como no podría ser de otro modo, la novela se sustenta en unos personajes maravillosos. Es cierto que partían de una buena base y que "sólo" debían limitarse a adaptarlos a una nueva realidad, a hacerles crecer hasta ese punto de ser casi adultos pero aún no llegar a serlo, y a darles problemas mundanos y realistas. Aún así, la profundidad y la complejidad que encierran los convierte en reales, en humanos, con sus defectos y sus virtudes, con sus errores y sus aciertos, con sus sentimientos complicados y contradictorios. No quiero deciros cómo son o a qué problemas concretos se enfrentarán, ni protagonistas ni secundarios, deberéis conocerlos por vosotros/as mismos/as. Odiaréis a algunos, a otros los adoraréis, o incluso sentiréis todo eso y más por uno sólo de ellos.
Para rematar, las autoras que me hacían imposible sacar una crítica negativa de ninguno de los aspectos, tampoco me lo permiten en la narrativa. Tienen una prosa que sólo puedo calificar como preciosa, delicada, fascinante. Enmarcaría citas y más citas (aquí podéis leer algunas; no las pongo en la reseña porque ya se está alargando demasiado y porque no sé cuál elegir, pues citaría todo el libro). Saben insuflar vida, sentimiento y magia en sus frases. Las dos han regalado una lectura maravillosa y muy agradable en la que se notan muchas cosas. Se nota que hay mucho de ellas en la novela, pues ante todo son lectoras y han escrito un libro que a ellas les gustaría leer. No hacía falta que lo dijesen, es algo que respira la novela.
Podría seguir contándoos las virtudes de Recuerda que me quieres y no acabaría en una semana. Hay mucho más que decir, pero deberéis descubrirlo por vuestra cuenta pues poco más puedo añadir que marque la diferencia. Por resumir un poco se trata de una novela muy especial, maravillosamente escrita, cuidada al detalle y con un cariño que se respira en cada palabra. Está perfectamente estructurada, no sobra ni falta nada y todo llega cuando es el momento oportuno. Hay romance, intriga y muchos sentimientos. Sé que la leeré más veces a lo largo de mi vida, y sé que me gustará un poquito más si cabe en cada una de esas ocasiones. En una palabra: perfecta.