Cuando era pequeña, mi abuela materna me cantaba canciones para que me quedara dormida. Recuerdo que se ponía crema en las manos y luego al acariciarme le olían muy bien y siempre relacionaba esa olor con ella. La recuerdo a ella cantando mientras cocinaba, la recuerdo dibujándome estrellas en una hoja de papel para que pidiera deseos, la recuerdo riéndose, la recuerdo feliz.
Recuerdo a mi otra abuela pedirme que le acercara las gafas para ver la televisión, la recuerdo cuando era pequeña y me dejaba jugar con varias muñecas que tenía en su casa y que a mí me gustaban mucho y ella tenía especial estima. Recuerdo a mi abuela hablarme del mar porque su familia habían sido pescadores. Siempre me hablaba del mar, de barcos y de pesca, y mi otra abuela muchas veces me hablaba del cielo, de estrellas, de las personas que ya no están con nosotros y de cómo les recordamos al mirar hacia arriba y al hablar de ellos, al recordar buenos momentos que pasamos con ellos, al final, los recuerdos es lo que hacen que una persona sea inmortal y viva para siempre (al menos, en nuestra memoria). Solamente conocí a uno de mis abuelos, pero del otro tengo mucha información y recuerdos. De pequeña, siempre miraba las fotos que mi abuela conservaba de él y me esforzaba en recordar su cara, porque aunque no le había conocido sentía que lo hacía, porque mi abuela y mi madre me hablaban de él. Recuerdo a mi otro abuelo como un hombre muy amable y gracioso. Recuerdo que siempre estaba contándonos cosas divertidas y que había sido un juerguista en su juventud XDDD y que aún le quedaban ganas de juerga muchos años después. Recuerdo ver sus fotos en blanco y negro disfrazado por carnavales, y recuerdo un montón de anécdotas súper graciosas que él u otras personas me habían contado. Ojalá las personas guarden un recuerdo tan bonito de mí como el que yo guardo de mis abuelos.
Yo os recuerdo, y eso, nadie puede quitárnoslo.