Revista Cultura y Ocio

Recuérdame que te odie, de Álex de la Iglesia

Publicado el 12 octubre 2014 por Goizeder Lamariano Martín
Recuérdame que te odie, de Álex de la Iglesia Título: Recuérdame que te odie Autor: Álex de la Iglesia Editorial: Planeta Año de publicación: 2014 Páginas: 235 ISBN: 9788408126300 El pasado miércoles 1 de octubre Pablo, Amets y yo pasamos la tarde dando un paseo por nuestro nuevo pueblo y decidimos acercarnos a la biblioteca pública por primera vez. Vivimos en un barrio nuevo, de unos 3.000 habitantes y la biblioteca solo tiene siete años, así que no esperábamos encontrar gran cosa. Pero por suerte nos llevamos una sorpresa muy agradable al comprobar que la biblioteca municipal era mucho más grande de lo que nos habíamos imaginado, con muchos más volúmenes y, sobre todo, con muchísimas novedades editoriales.  Precisamente nada más entrar Pablo me señaló un libro de la estantería de las novedades. Recuérdame que te odie, de Álex de la Iglesia. Yo ni siquiera sabía que el cineasta había publicado una novela. Pero tras leer la sinopsis decidimos llevárnosla a casa.
Tengo que reconocer que no me suele gustar leer novelas escritas por personajes famosos de la televisión o, como en este caso, del cine, que no son escritores. Son prejuicios puros y duros, lo sé, pero no puedo evitarlo. Pero, al mismo tiempo, Álex de la Iglesia me cae bien. De sus películas solo he visto Crimen ferpecto y Balada triste de trompeta, que me gustaron mucho, pero el bilbaíno me ganó definitivamente cuando fue presidente de la Academia de Cine. Así que sin saber absolutamente nada de su novela me adentré en ella atraída no solo por su sinopsis sino también por su portada. El edificio Metrópoli, la Gran Vía, la calle de Alcalá. Madrid. Solo hace dos meses y medio que me marché y ya lo echo de menos. Me entró morrilla. Y me apetecía volver a la ciudad aunque solo fuese a través de un libro. El protagonista de esta historia es Rubén Ondarra, un cincuentón obeso que trabaja como editor. En el pasado fundó su propia editorial junto a Montse, su mujer, pero las perdió a ambas casi al mismo tiempo. Ahora no le queda casi nada. De aquella época solo conserva a Bruno Kosowski, un dibujante de cómics uruguayo emocionalmente desequilibrado. Rubén es neurasténico e irritable. Quizá por eso es su editor y se entienden tan bien. O al menos antes sí. Porque ahora Kosowski ha desaparecido. No responde sus llamadas, sus mensajes, sus emails ni sus WhatsApp. Y, lo peor de todo, no ha entregado las páginas del cómic en el plazo marcado a pesar de que hace ya dos años que le pagaron un adelanto por su trabajo. Y para Rubén encontrarlo no es una cuestión profesional. Es algo personal. Venciendo su miedo a los porteros y a las señoras de la limpieza entra en su casa y descubre que no solo está vacío sino también inundado. Desesperado, Rubén Ondarra decide investigar la desaparición del dibujante buscando pistas en los objetos de su mesa de trabajo, entre los que destaca el grabado de Durero titulado Melancolía I. Pero no estará solo. Contará con la compañía y la ayuda de Juan Carlos Satrústegui, un viejo amigo del psiquiátrico de Mondragón experto en fugarse de cualquier centro médico. Este personaje era precisamente el protagonista de la primera novela de Álex de la Iglesia, Payasos en la lavadora, publicada en 1997.  Así, los dos iniciarán una loca y peligrosa carrera que les llevará de Madrid a París superando los obstáculos más sorprendentes y surrealistas que podamos imaginarnos. Con un ritmo trepidante y con muchísimo sentido del humor esta historia tiene un poco de todo. Intriga, asesinatos, persecuciones, thriller, investigación... La verdad es que cuesta calificarla y ponerle una etiqueta. De eso nos habla precisamente Álex de la Iglesia. De cómo juzgamos a las personas que nos rodean por su aspecto o su comportamiento. De cómo nos dejamos llevar únicamente por las apariencias. Por la realidad, dando por hecho que lo que vemos, lo que leemos o lo que nos cuentan es la verdad absoluta, la única verdad, la única realidad. Y todo con un lenguaje fresco, desenfadado, que en muchos momentos roza el absurdo. Con grandes dosis de cinismo e ironía, esta novela critica la sociedad actual a través de muchos aspectos: las relaciones entre las personas, el sexo, el amor, las drogas.  Una historia urbana y contemporánea que nos hace perdernos por los hospitales de Madrid, las estaciones de metro, la Biblioteca Nacional o los Starbucks. Que nos lleva a París a toda velocidad, sin que nos demos cuenta, sin que nos planteemos las situaciones por más delirantes e inimaginables que nos parezcan.
Todo se vuelve normal, cotidiano, lógico. Todo puede ocurrir en este gran rompecabezas que nos arranca más de una carcajada y que nos sorprende con un gran final que, al menos yo, no había visto venir. Si queréis pasar un rato divertido, recordar leer esta novela. Y espero que no me odiéis por ello.  Si te interesa el libro puedes encontrarlo aquí. 

Volver a la Portada de Logo Paperblog