Hoy es un día para no recordar, pero también es un día que no puedo olvidar.
Hace 6 años que murieron mis mellizos, Luna y Tiago, con 20 semanas de gestación por una corioamnionitis aguda.
Tremendo golpazo que me dio la vida, que en vez de poder presenciar el milagro de dos vidas unidas saliendo de mí sólo pude presenciar a mis dos pequeños angelitos muertos.
Ya lo he contado varias veces y no quiero revivirlo contándolo otra vez, así que para quien quiera conocer la historia, dejo aquí un enlace de lo que fue ese momento:
4to aniversario de un día gris…
Al pasar el tiempo el dolor disminuye pero no cesa jamás… Y el mejor remedio para poder sobrellevarlo fue el nacimiento de mis tres hijos que son mi felicidad…
Pero después de una vivencia tal, os puedo asegurar que una nunca, jamás, vuelve a ser la misma…
Hijos, donde quiera que estén su madre no los olvidará…