Hoy me han venido a la mente muchos recuerdos de un tiempo no muy pasado, exactamente del 2006 cuando estaba en Nueva Zelanda, quizás la mejor época de mi vida.
Tengo un amigo que se va a estudiar a Auckland unos meses y me pidió el mail de la familia con la que yo vivía, bueno yo y 7 estudiantes mas... podéis imaginaros la casa...
Por ello he vuelto a escribirles un mail, un mail que no les escribía desde hace 2 años... demasiado tiempo para los que fueron como mis padres en aquella pequeña ciudad situada justo en las antípodas de España.
Cuando dejé Nueva Zelanda cada varios meses les enviaba un mail y cada Navidad me reunía con mi colega Rober (que vivía conmigo en esa misma casa) y les enviábamos cava, vino, mazapanes y turrones que tanto les gustan. Pero los dos últimos años, ya sea por nuestros líos, planes, mi estancia en Japón, etc no les envié nada, ni un mísero mail. Escribo unos 3 post a la semana en el blog y ¿tanto me costaba un simple mail?... Ahora que lo acabo de escribir supongo que no era cuestión de vagancia, sino que cada vez que les escribo, cada vez que pienso en esa época me vienen 1000 recuerdos a la cabeza:
- Las 1000 y una conversaciones que hablamos en la mesa de la cocina en cada cena
- El sentirme en familia en el punto mas alejado del planeta de mi verdadera familia
- El recorrerme la isla sur con una mochila y muchas ganas
- Navidades en pleno verano
- El conocer 3 personas que pasaron de ser mis amigos a mis herman@s
- Conversaciones en playas desiertas de arena negra birras en mano
- y mas y mas recuerdos
Quizás por eso no escribía, porque no veía cercano el día de volver y el hablar de esto me multiplica las ganas, pero me alegro de haberlo hecho. El hacerlo ha hecho venir a mi mente esos recuerdos, esos lugares, esos amigos, caras de cuyos nombres no me acuerdo pero de cuyas sonrisas no me olvido, novias con las que planeaba un futuro juntos pero que se disipó en el tiempo, esa familia de padre Inglés y madre Samoana que me hicieron sentir como su hijo y esos otros compañeros de piso, algunos casi hermanos con los que compartí películas, cervezas, risas, broncas y muchos momentos mas...
Pero esta vez no me he sentido triste, sino alegre, creo que el hecho que este amigo mio vaya allí una temporada va a crear la excusa perfecta para que vuelva.
Ahí fue donde mi vida cambió, y aunque muchas de las personas que hicieron ese lugar especial ya no estan, tengo que volver, al menos una vez mas...
Por aquí podéis leer a posteriori un poco de Nueva Zelanda. Perdonad por la manera de escribir pues era cuando empezaba a bloguear y no lo tenía muy claro :P