Cuando la gente me ve caminar por la calle me dicen que soy vago porque me ven ir y venir, que no trabajo porque me ven sin hacer nada, que me levanto tarde y que soy un borracho.
Bueno, ahora les diré que si soy vago no es porque yo lo quise sino que la vida así lo quiso, les contare que hace años cuando era niño quería ser médico ya que aunque no parezca nací inteligente, era el primero en mi clase y mientras estudiaba recibí una de las tres malas noticias que marcarían mi vida. Mi padre que era un hombre de carácter fuerte y que me aconsejaba diciéndome hijo estudia para que seas alguien en la vida, había muerto, él trabajaba en construcción y mientras llevaba arena hasta el tercer piso había resbalado y caído al suelo.
Cuando me comunicaron la noticia pensaron que me pondría a llorar y correr a su lado pero sucedió lo contrario, no llore porque mi padre me enseñó a ser fuerte y mantener la serenidad ante cualquier adversidad y no corrí a su lado porque me dijo que cuando uno empieza un trabajo lo tiene que terminar suceda lo que suceda yo me encontraba en la escuela y tenía que terminar la clase. Le dije a mi profesora continúe la clase mi padre me va esperar.
Pasaron los años y a pesar de lo sucedido continúe estudiando, aunque la economía en mi hogar era baja logre terminar la escuela y el colegio, luego postule a la universidad y no ingrese pero no me rendí y volví a postular nuevamente logrando ingresar la segunda vez fue un momento muy feliz para mí, porque le había prometido a mi padre. En el primer ciclo de la universidad conocí a compañeros y amigos que me ayudaron mucho y por tanto lo pase invicto, a mediados del segundo ciclo y cuando parecía que ya nada podía suceder.
Recibí la segunda noticia que marcaría mi vida, si no me equivoco eran dos y cuarenta de la tarde cuando el director de la facultad de medicina me llamo y con voz de dolor me dijo que el esposo de mi hermana había muerto, cuando escuche sus palabras me pare y me retire pero cada paso que daba eran de desconcierto, fui al parque que estaba en la universidad y me senté con la mirada fija hacia la pileta de pronto brotaron dos lágrimas de mis ojos que recorrieron toda mi cara hasta llegar al suelo, creo que en esas dos lagrimas estaba todo el dolor y la impotencia que sentía en esos momentos hacia la vida.
A raíz de su muerte opte por retirarme de la universidad ya no había el presupuesto para seguir estudiando, me puse a buscar trabajo ya que ahora era el sustento de mi hogar, pero como no había terminado la universidad era muy difícil de encontrar. A pesar de todo lo encontré y aunque no era lo que esperaba servía para sustentar a mi familia.
Pasaron los meses y logre reunir algún dinero y pensé nuevamente en retomar mis estudios, pero como el destino nunca quiso que yo fuera alguien en la vida, me tendría preparado una estocada final al corazón. Mi madre acababa de morir, debido a una enfermedad que le aquejaba hacía tiempo y que por falta de dinero no había acudido al médico.
Mi madre que era lo más importante para mí, esa persona que me dio la vida, que era el motivo para seguir adelante, ya no estaba escuche decir por allí que los hombres nunca lloran discúlpenme señores pero cuando me lo dijeron abrase a mi hermana y llore como un niño enfrente de su ataúd.
A raíz de la perdida de mi madre perdí todo interés por el estudio y las ganas de trabajar ya que las personas que más quise en esta vida y que eran mis principales motivaciones ya no están.
Por eso ahora no me duele cuando la gente me dice que soy un vago porque me ven ir y venir de la calle lo que ellos no saben es que cuando voy y vengo es del cementerio. Que no me gusta trabajar porque me ven sin hacer nada, me di cuenta que el destino no quería que yo logre mis metas. Que me levanto tarde, habeces no quisiera levantarme ya que solo cuando estoy dormido los veo. Que soy un borracho pero solo en el alcohol olvido por un momento este dolor.