Recuerdos de una Alegría Efímera – 09

Diecisiete de enero del dos mil dieciséis – Dormitorio

Ya estoy más tranquilo luego de tal experiencia. Me ha dejado muy, pero muy pensativo toda esa catarsis que me dio.

Empezaron a mejorar ciertas cosas en mí. El leer más libros cada semana. Lograr aprender más cuentos para siquiera alguna vez le cuente a alguien.

Mi gata me ha traído un pequeño regalo: una avecilla muerta. Es algo muy particular de los gatos traer algo para los dueños, pues los consideran como gatos mayores que no cazan.

Esta pequeña gata y sus ocurrencias hace que suelte pequeñas sonrisas. En las noches suele darle la «hora del gato loco».

Los domingo no son muy activos para mí.

Es el día del descanso. Me las paso durmiendo pues es el único día hasta el momento en el que puedo darme tal lujo…

Dieciocho de enero del dos mil dieciséis – Dormitorio

El haber dormido más de doce horas seguida, me está pasando factura hoy.

No puedo conciliar sueño. La noche se hace larga y pesada.

He recurrido a usar el peculiar “cuentaovejas” y nada ocurre. No usare otros estilos para quedarme dormido.

Mi mente va a mil, con muchas ideas revoloteando como mariposas. Ideas muy buenas y otras que dan mucho miedo.

Sentado en la cabecera de mi cama, me pongo a pensar sobre ello. Mi futuro.

El destino puede cambiar. Es muy importante pues afectará a mi persona.

Mi entorno…