Texto original escrito por Ana.
Una de las razones más frecuentes por las que una mujer sube abruptamente de peso es el embarazo. Debido a los cambios hormonales y al estilo de vida, para muchas mujeres es difícil recuperar el peso y la forma del cuerpo después de haberse convertido en mamás.
Zulema es una mujer que se descubrió con sobrepeso después de tener dos hijos, pero no se quedó de brazos cruzados y nos comparte en su blog titulado “Salud y Vanidad” su experiencia de transformación hacia una vida de salud y bienestar.
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En los últimos días me he puesto a hacer un poco de historia en los cambios en mi cuerpo, en mi alimentación y en mi estilo de vida.
Fui una adolescente sumamente activa, me gustaba la actividad física y trataba de buscar siempre la manera de ejercitarme, en aquel entonces me sentía pasada de peso, y mi motivación única era verme mejor. Las circunstancias me llevaron a conocer a una pareja de grandes amigos, quienes me abrieron las puertas de su casa, de su corazón y de paso de su gimnasio, poco a poco aprendí de ellos y al poco tiempo ya era yo una instructora de fitness, actividad que añoro y que me dejó grandes satisfacciones.
Mi día perfecto era aquel en el que había mucha actividad física, despetaba temprano para salir a andar en bici, luego a nadar un poco, o practicar algun deporte y para terminar, mis clases de aerobics y ejercicios con pesas (muy ligeras), y mi alimentación! me sorprende lo mucho que cuidaba lo que iba a mi boca.
Pero un día fui mamá y las cosas y las prioridades cambian, el tiempo libre ya no es el mismo, y tampoco extrañé mis actividades, mi hijo llenaba al 100% mis ocupaciones y a la vez me llenaba de alegría. Mi primer embarazo despegó desde los 54 kg hasta los 64 kg. Nada mal, lo malo fue que me quedé en ese peso después del parto
si acaso logré bajar unos 3 kilos.Mi segundo embarazo despegó desde los 61 kg y terminó en los 70 kg, y otra vez, no logré bajar ni un gramo, ni con la lactancia, ni con nada, y siendo sinceras no me importaba! pero si es mi cuerpo! si soy madre!, si la vanidad!, si bla bla bla bla!.
Un día leyendo a una ciber-amiga (Comida y Postre) y sus planes de ejercicio y alimentación, me dije a mi misma, YA BASTA! sí, ya basta de sabotear mi propio cuerpo, de llenarlo de basura, de dañarlo yo misma. Y hubo un cambio de mentalidad, fue como despertar, abrir los ojos, aceptar que me había violentado a mi misma, y que a mis 33 años, era tiempo de poner cartas en el asunto.
Fué así como un 15 de febrero desperté siendo otra, ese día, me desperté a las 6:00 am y encendí mi aparato de DVD, con un video de kickboxing y una enorme decepción por solo haber logrado moverme menos de 20 min. de ejercicios, pero al menos ya había iniciado la aventura.
No tengo fotos de ese día, o de días cercanos (obvio no me gustaban las fotos) pero hace tiempo encontré una de meses atrás, exactamente así lucía mi cuerpo antes de empezar con todo.
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¡Felicidades Zulema!