Uno de los recursos más lógicos que hacemos con nuestros hijos, de bebés, tanto en casa, como madres, o en las guarderías y colegios, como maestras, es el de las caras en el espejo, o imitar el gesto que ponga tu compañero, como si uno fuera el espejo. Podemos ensayar las distintas caras y gestos delante del espejo y tratar que el bebé haga la misma mueca. Es recomendable irle diciendo que clase de emoción es: cara alegre, exagerando mucho la sonrisa -> contento; cara enfadada, arrugando la nariz -> enfado...
Los bebés se lo pasan en grande viendo tus caras, y tus emociones y aprenden a diferenciar el momento en que están contentos, así como a canalizar esas emociones.
En las clases, se puede practicar por parejas, uno enfrente de otro, uno hace la emoción, el otro debe imitarlo y decir de que emoción se trata. Cuando son más mayores, se puede añadir en qué momentos del día puede estar el niño alegre, enfadado, triste...Para tratar de comnprender sus emociones.
Mi hija mayor le pone caras a su hermana. Le pone cara alegre y la petite la imita. Le pone cara enfadada, y otra vez. Cuando ambas le ponemos cara triste, se echa a reir. ¿por qué será?
Y siempre, hay que pensar en que los niños nos toman como ejemplos, si sonreímos, ellos harán lo mismo.
¿Te ha gustado? Este mes, ¡Mamá qué sabe! continua su -nuestra- propia revolución, con el mes de las emociones, podréis leer muchos más recursos en su página de fb, así como durante estos días en mi blog. Animaos a participar y a comentar.
