Recurso emocional: La empatía

Cuando hablamos de educar a los niños, solemos caer en la trampa de pensar en asignaturas como matemáticas, o lenguaje, o en rutinas o hábitos, y dejamos en segundo plano las habilidades sociales, y las conductas propias del niño hacia sus iguales o mayores. Etimológicamente, educar es guiar en el conocimiento e incluso alimentar o llenar de conocimientos. Entonces, ¿cuál es nuestra misión como padres y educadores de nuestros hijos?
Debemos conocer a nuestros hijos como seres individuales y darles explicación a cómo se siente, porqué, etc... Pero no sólo ellos, sino también el resto de sus iguales. Y en esto consiste educarles en la empatía.

Según la RAE, dícese de la identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro.

No voy a seguir más en este post, ya que en esta página escriben un cuento para educar en la empatía, que me ha parecido fabuloso. Nos enseña a canalizar emociones hacia soluciones como el diálogo, comprender que si actuamos de una manera afectamos a los demás, y que a veces cambiar el juego por uno en el que estén todos los niños nos permite disfrutar igualmente.