La velocidad con la que olvidamos depende de diversos factores, como la dificultad de la materia (por ejemplo si es absurdo o tiene sentido), su representación y factores fisiológicos como el estrés y el sueño.
El ritmo de olvido basal es prácticamente el mismo para todas las personas. La diferencia de rendimiento (p.ej. en la escuela) podría depender de qué representaciones mnemónicas hace cada individuo. Esto significa que unas personas «crean» su memoria de forma más efectiva que otras.
El aprendizaje de las técnicas mnemónicas básicas puede ayudar a allanar tales diferencias, al menos en parte. La mejor manera de mejorar la intensidad del recuerdo implica. Ello implica mejorar las representaciones mentales (p.ej. mediante reglas mnemotécnicas) y repaso basado en intentos activos de recordar la materia (especialmente el repaso espaciado)
Pero en la vida real memorizar no es tan fácil, aquí van algunas de esas técnicas sencillas para mejorar la retentiva.
Encadenadas. Para recordar listas ordenadas o desordenadas de palabras (como despertador-camisa-piano-casa-sofá-toro) los expertos recomiendan imaginar juntos y vívidamente 2 primeros objetos, y unir el resto a medida que confecciona una historia gráfica donde las imágenes de cada elemento se conecta con la siguiente.
Números. Se utiliza la regla de las perchas, que consiste en una lista de palabras fijas en orden, asociada cada una a un número determinado. En castellano se puede usar la siguiente secuencia, basada en el parecido físico entre números y objetos: 1-poste, 2-bicicleta, 3-tricornio, 4-silla, 5-mano, 6-palo de golf, 7-bandera, 8-gafas, 9-persona, 10-pelota. Con este método, para memorizar la fecha 1746 usaríamos la imagen de un poste (1) donde hay colocada una bandera (7), nos subimos a una silla (4) y la quitamos con un palo de golf (6).
Rima con… Formar pareados o versos que incluyan las palabras a recordar facilita su memorización.
Acrónimos y Acrósticos. En ocasiones es muy útil formar palabras (acrónimos) o frases (acrósticos) que contienen las primeras letras o sonidos de la lista o palabras a recordar. Por ejemplo, para recordar la lista Boro, Oxígeno y Sodio puede construirse la palabra BOS.
Idiomas. Para aprender una palabra en un nuevo idioma, seleccione antes una palabra clave en español que suene como la palabra extranjera. Luego, imagine una imagen en la cual esté involucrada la palabra clave con el significado español de la palabra extranjera. Por ejemplo, para la palabra inglesa «parish» —que significa «iglesia parroquial»— podríamos escoger como palabra clave en española «Paris-sh ...» Y, a continuación, inventar la imagen de una iglesia en Paris y alguien tratando pedir silencio en la misa haciendo «Shhh». Así, la próxima vez que vea la palabra «parish» debería poder recordar la imagen de la iglesia y alguien pidiendo silencio.
¿Tu nombre era? Para superar el duro trago que supone olvidar el nombre de una persona a la que nos acaban de presentar, hay varios trucos: repetir el nombre varias veces durante la conversación, buscar una asociación del nombre con el de otra persona conocida, atender a algún rasgo físico característico de la persona y asociarlo al nombre, o buscarle un significado al nombre o apellido.
(Fuente: muyinteresante)