No puedo negar que a pesar de que soy responsable de las emociones que experimento, muchas veces soy arrastrado por las circunstancias y me alejo del equilibrio y me siento perturabado. Para esos momentos dejo aquí unos 25 recursos que con el aporte de mis amigos de Facebook registramos para utilizarlos en esos días que necesitamos recuperar algo de dicha y remanso. Espero que con tus aportes surjan muchas más de esas pequeñas cosas que cambian la vida.
- Conectar con la mirada de un niño en la fila del supermercado.
- Contemplar un perro que pasea por la calle moviendo la cola.
- Recordar una situación de plenitud al escuchar una tema musical que están pasando por la radio en el auto o en un negocio.
- Decir “gracias”, “buen día”, “por favor” con una sonrisa franca.
- Saludar y hacer reír al Granadero de Guardia en la Casa Rosada.
- Tomar un cafecito con un amigo y decirle cuánto lo queremos.
- Besar a un ser amado.
- Abrazar a los que ofrecen abrazos gratis y disfrutar de las lindas locuras.
- Darle de comer a un niño de la calle, en vez de una moneda
- Tomarse un helado y sentarse al sol disfrutando de Buenos Aires.
- Cantar una zamba de Falú y Dávalos.
- Escribir un poema, y aunque no sea bueno, saber que es nuestro y es sentido.
- Trabajar la madera para hacerle un regalo a un amigo.
- Ver las gotas de rocío en una flor al despuntar el alba.
- Compartir un amaneceer abrazado a tu pareja.
- Amasar pan en familia, ¡y con harina integral!
- Ayudar a tus hijos a hacer la tarea de la escuela.
- Comprobar con una sonrisa que un alumno te supera.
- Cerrar los ojos, sentir la respiración, sentir el cuerpo y reencontrarnos con el niño que fuimos.
- Caminar bajo la inesperada lluvia en la ciudad, dejando de lado la preocupación de quedar empapados.
- Hacer jueguitos con la pelota que nos llega a los pies de unos niños que juegan al fútbol en la plaza.
- Saltar con las niñas que juejan al elástico o a la rayuela.
- Desafiar las supersticiones y pasar por debajo de una escalera
- Levantar una latita de gaseosa que acaban de tirar en la calle delante nuestro, y depositarla en un tacho de basura.
- Sacarle una foto a una pareja de turistas y “robarles” una sonrisa o un beso.
Por Víctor Raiban