ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.Todos los años me sucede, o esa impresión me da, así que a toro pasado y con antelación, les felicito la Navidad y les deseo un buen 2014; en el post de promoción del programa sobre Loquillo Y Trogloditas de la semana pasada no dije nada y no me parece educado. Voy a tratar hoy del último disco, hasta la fecha, de Red Hot Chili Peppers. Quizás sea el disco que menos me convenza de la banda desde “One Hot Minute”. Y es que yo soy uno de los que considera que la marcha de John Frusciante no es baladí; de hecho, su retorno para “Californication”, a la vista está, resultó muy bueno.
Bueno, pues tras el excesivo, pero correcto en líneas generales “Stadium Arcadium”, Kiedis, Flea y Chad Smith reclutaban a Josh Klinghoffer para sustituir a las guitarras de Frusci. RHCP en la última década se han convertido en una banda de masas. Quien haya acudido a alguna de las giras de sus últimos discos, lo puede constatar.
“Californication” está considerado como un gran disco, que lo es, y quizás ni “By The Way” ni “Stadium Arcadium” hayan obtenido unos favores de valoración general tan altos como los del disco de 1999 de la banda. No obstante, yo soy ferviente defensor de ambos, sobre todo de “By The Way”, que recordemos fue el primer disco del grupo que tratamos en revisión en “Discos, música y reflexiones”.
“Stadium Arcadium” en parte me recuerda al “Sandinista!” de los The Clash. Un disco doble, que simplemente por el listado tan amplio de canciones y su extensión, se puede hacer algo agreste, pero que si hubiera sido concebido como un disco de 10-11 canciones, estaría cercano del nivel de excelencia de “Californication”. Normalmente, RHCP son generosos en el track list de sus trabajos, pero con su penúltimo disco quizás la generosidad se les fue de las manos.
Llega la marcha de John Frusciante y parece ser que la estructura del grupo apenas se alteró; está claro que la posición del grupo y sobre todo el estado más centrado de Anthony Kiedis son más equilibrados y solventes que los que vivía el grupo en mitad de la década de los 90, donde tantos problemas surgieron en días colindantes del “One Hot Minute”, cuando John era sustituido por Dave Navarro. Y 2011 comprueba la continuidad del grupo con “I’m With You”, de terrible portada, con esa mosca y pastilla sobre fondo blanco. Su contenido es controvertido y da para hablar. De momento pasemos a analizar sus canciones y en las reflexiones finales les emito nuestro particular y siempre discutible (por supuesto) veredicto.
ANÁLISIS DEL DISCO.1. “Monarchy of roses”: “I’m With You” comienza con falsas expectativas. Las que genera una de sus mejores canciones. “Monarchy of roses” fue además el 2º single del disco. Muestra a los Red Hot más gloriosos, con un ritmo vertiginoso sobre todo en el estribillo, con una de las líneas de bajo tan saltarinas y válidas a cargo de Flea. Incluye las dosis justas de guitarra farragosa, pero destaca sobre todo su gran ritmo. Dispuso de un videoclip de animación adaptada, muy expresivo en los elementos que acompañaban a la representación del grupo. Quizás solamente por habernos regalado esta canción, “I’m With You” ya haya merecido la pena.
2. “Factory of faith”: Comenzamos ya a meternos en el territorio de canciones que sin sonar mal, no emocionan. “Factory of faith” puede funcionar perfectamente como delegada de varias canciones de este disco, ya que no tiene gancho melódico ni ese punto emocionante que saben sacar los Red Hot Chili Peppers se pongan como se pongan. De estribillo algo más intenso que las estrofas, donde vuelve a salvar los muebles Flea y el marcado sonido de su bajo.
3. “Brendan’s death song”: Se recupera el vuelo en parte con “Brendan’s death song”. Poniéndose más emotivos y melódicos, con un Anthony Kiedis en registro vocal desnudo al inicio, RHCP dibujan una canción de cierta belleza. No encontraremos muchas de este estilo en el disco, cosa normal, ya que la banda no se caracteriza por moverse demasiado en este terreno.
4. “Ethiopia”: Retornamos a la tierra de nadie con “Etiophia”. El estribillo no es para nada memorable y las estrofas solamente llaman la atención por ese deletreo tan acusado que nos suelta Kiedis. En el lado positivo, quizás sea uno de los mejores pasajes guitarreros de Josh Klinghoffer en este disco (no en el plano divista, sino en lo sutil).
5. “Annie wants a baby”: Con “Annie wants a baby” RHCP no es que nos ofrezcan una maravilla de canción, pero su calma y seriedad le dan un factor diferencial claro. Hay un buen diálogo entre las cuerdas de bajo y guitarra. De alguna manera, tiene un sonido de cierto misterio en las estrofas bastante válido. El puente hacia el estribillo también lo considero acertado. Quizás en otro disco de la banda no destacara tanto, pero dentro de “I’m With You” suena solvente.
6. “Look around”: Sin ser una especial maravilla, “Look around” se agradece en este disco. De hecho, ha sido uno de los singles del disco. Los Red Hot le meten caña, con otra vez un destacable papel en las guitarras de Josh Klinghoffer. El videoclip es cuanto menos curioso, con cambios de habitación y escenas, de forma muy divertida. Un tema rítmico, disfrutable y reconocible dentro del estilo de la banda.
7. “The adventures of Rain Dance Maggie”: Seguimos con otro single, en este caso el primero del disco. Y creo que fue un error que fuera el primer single. Hubiera sido mucho mejor dar ese honor a “Monarchy of roses”, pero fue “The adventures of Rain Dance Maggie” la que se llevó el gato al agua. No está mal, pero no creo que tenga los valores suficientes como para ser el primer single del disco. Hay acordes de la guitarra en el estribillo que suenan realmente bien. Por lo demás, es pasable. Su videoclip, rodado con el grupo tocando en el tejado de un edificio en primera línea de playa californiana, sí que fue atinado. Ahí fue la primera vez que vi a Anthony Kiedis con su nuevo y rotundo bigotazo que se dejó para este disco. 8. “Did I let you know”: “Did I let you know” fue de las primeras que me llamaron la atención en las primeras escuchas que le di al disco al poco de salir a la venta, cuando me hice con él. Destacan los coros que acompañan claramente a Anthony en el estribillo. Sus acordes son muy cálidos y sensuales. Se incluyen incluso ciertos elementos de viento, que lejos de sonar pachangueros, le dan más calidez al tema. Una canción bailable, agradable, que no suena estridente y en el que no vemos a los RHCP naufragar a la hora de evitar resultar anodinos, cosa que en varios temas de “I’m With You” sí sucede.
9. “Goodbye hooray”: De lo cálido y sensual, pasamos al latigazo rockero de “Goodbye hooray”. Es quizás el tema más rockero e intenso en guitarras del disco. Se vuelve a apreciar la falta de gancho melódico. Ésta es una canción acelerada y atropellada, que guarda algo de gracia en su estribillo, pero sin que podamos tirar las campanas al vuelo. No obstante, hay una parte instrumental de virtuosismo de Flea al bajo que merece la pena escuchar, al igual que el cambio de ritmo onírico que le sigue.
10. “Happiness loves company”: Medio tiempo fallido es “Happiness loves company”. La canción carece de gracia de ningún tipo. Es de los pasajes más fácilmente olvidables del disco y otro paradigma de falta de inspiración de los RHCP en el proceso compositivo de este disco. Un tema de relleno de esos que sin hacer daño a los oídos, pasa desapercibido (y muchas veces es peor para una canción resultar indiferente que al menos llamar la atención de forma negativa y jocosa, como le pasaba a “Give me it” del “The Top” de The Cure).
11. “Police station”: Otro ejemplo de tema de relleno es “Police station”. Salvo un sector de piano muy íntimo que incluye en su mitad, es otra canción del estilo de la anterior. Fácilmente olvidable y que suma en el peso de la balanza que lleva a “I’m With You” al sector de discos descafeinados. Ni su estribillo es memorable, ni sus estrofas. Lo que más me gustan son los coros que acompañan a Kiedis en el estribillo y esas notas de teclado que le dan algo de caché a esta pista fácilmente olvidable.
12. “Even you Brutus”: Desde su título llama la atención “Even you Brutus”. Destaca mucho por poder escuchar a un Anthony Kiedis muy combativo y rapero al micrófono. Mejora algo el nivel del disco, pero nuevamente estaríamos ante una mera comparsa en otros discos. El estribillo es directo y no busca enrevesarse. Contrasta mucho la rudeza de unas secciones con otras menos intensas. La aprobamos.
13. “Meet me at the corner”: Red Hot Chili Peppers se ponen íntimos con “Meet me at the corner”. Un tema que está bien, ya que la banda sobre todo ha fallado en los momentos en los que ha buscado ser rítmicos y moviditos (muy preocupante), pero sin embargo en otros terrenos, como sucedía en “Brendan’s death song”, han estado moderadamente acertados. Ayuda en este tramo final a que nos quedemos con un mejor sabor de boca. Lo que pasa es que ha habido tanto momento anodino que eso es igualmente tarea difícil.
14. “Dance, dance, dance”: Me recuerda en parte a la sublime “Cabron” de “By The Way” la última canción “Dance, dance, dance”, sobre todo por sus notas cálidas y tropicales. Una canción desenfadada y alegre, que intenta igual que la predecesora enmendar el resultado global del disco. Da la impresión de que es al final del disco donde el grupo parece haber dado con la tecla de inspiración. Esto al menos nos da un halo de esperanza y de pensar que este disco algo soso y sin gracia sea simplemente consecuencia de la reestructuración de la banda tras el nuevo abandono del barco por parte de John Frusciante. En definitiva, “Dance, dance, dance” nos dibuja una sonrisa para terminar este disco que a ratos se nos ha hecho algo plomizo.
RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.A nivel comercial, “I’m With You” les ha funcionado al grupo. RHCP sigue atrayendo a un grupo joven, que se va sumando a las generaciones previas de fans. La gira de presentación fue un nuevo éxito. Esta ocasión no fui a su concierto en Madrid (como sí había hecho en las 2 giras previas), pero el concierto fue igual de arrollador que la vez previa en el mismo sitio (Palacio de los Deportes) de 2006 y la de 2003 en el Palacio Vistalegre (un día en el que sin tener los pies en el suelo me movía de lado a lado en el coso taurino cubierto del barrio de Carabanchel).
Sin embargo, siendo exigentes con el contenido musical en sí del disco, estimo que es su obra más coja desde hace mucho tiempo. Cierto es que dispone de buen material y que el trabajo de un single tan cojonudo como “Monarchy of roses”, han hecho el efecto de cómo cuando se barre y se deja la suciedad debajo de la manta. Es decir, que a modo de singles muy bien, pero si se accede al disco en global, el resultado no es en media tan logrado, cosa que no sucedía en sus 3 discos anteriores (ni siquiera en el doble cd “Stadium Arcadium”).
Un patinazo a estas alturas, tras la solvencia discográfica ofrecida desde 1999 sin stop, se lo concedemos a Red Hot Chili Peppers. Ese margen lo tienen ganado de sobra. Veremos cuál será su siguiente paso discográfico, que a buen seguro no debe tardar mucho en ver la luz. Ahí podremos comprobar si RHCP saben funcionar a alto nivel sin Frusciante y este irregular “I’m With You” es simplemente resultado de la convulsión de la marcha de un tío que siempre dejaba su marca en las composiciones del grupo.
Les aseguro que he dejado el tiempo preciso para la asimilación del disco y lo he recuperado en varios momentos desde que lo abordé por 1ª vez al poco de ver la luz y mi juicio lo considero ya bastante asentado (en este caso, se me confirman las percepciones que tuve en las primeras escuchas; son muchas las ocasiones en las que he cambiado de parecer con respecto a un disco con el paso del tiempo y darle más escuchas separadas en el tiempo, pero con “I’m With You no ha sucedido así)
Lo que más miedo me da es que Red Hot Chili Peppers hayan llegado a ese punto de su trayectoria en el que se dediquen a sacar discos justificativos de gira mundial, al estilo de lo que hacen Depeche Mode y U2 desde que entramos en el nuevo milenio. Quizás sea el disco que ha recibido una crítica más dura por parte nuestra en la historia del blog (ya saben que aquí lo que proponemos es porque consideramos que merezca la pena que empleen su tiempo en escuchar un disco), pero si aún así lo proponemos es porque siempre es interesante escuchar un disco de Red Hot Chili Peppers y siempre hay algo salvable en su generoso listado de canciones.
Por ello, termino aclarando que tampoco es que considere a “I’m With You” como un disco horrible e infumable. No, ni mucho menos. Lo que quiero que les quede claro es que cualquiera de los discos desde “Blood Sugar Sex Magic” de los californianos (quizás menos “One Hot Minute”) es mucho más aprovechable que éste. Nada más y nada menos. Escúchenlo a fondo unas cuantas veces y si se ven con ánimos, dejen su comentario al pié del artículo.
Antes de acabar por esta semana, quiero hablar sobre nuestra vertiente radiofónica. Nuestro programa de radio está en el descanso navideño, habiéndose completado la 1ª mitad de la temporada número 5 con el programa del pasado sábado 21 de diciembre que dedicamos a Loquillo Y Trogloditas y su “Mientras Respiremos”. Si no lo escucharon en directo, podrán hacerlo este sábado 28 alas 16.00h en directo en RUAH (al igual que el siguiente, el 4 de enero) y los miércoles 1 y 8 de enero a las 23.00h en la misma sintonía. Regresaremos el sábado 11 de enero en directo a las 16.00h. Ya les hablaremos del programa que haremos y su contenido y en estos días navideños publicaremos el post con el audio insertado del programa sobre Marillion y “Misplaced Childhood”.