Redefiniendo el asma para su mejor comprensión

Lejos de ser bien comprendido, el problema patológico que causa un conjunto uniforme de síntomas conocidos que responden al tratamiento en una forma predecible, el asma es ahora reconocida como un síndrome complejo y heterogéneo. El reconocimiento de la heterogeneidad del asma ha llevado a un interés actual y creciente en la utilidad de la reclasificación de la condición, tanto en términos de la comprensión de los mecanismos subyacentes como en la posibilidad de encontrar tratamientos más específicos.

Hay una gran variedad de definiciones nacionales e internacionales de asma, todas ellas basadas en una premisa similar. Se centran en una constelación de síntomas respiratorios comúnmente aceptados y reconocidos, asociados la variabilidad del calibre y la inflamación de las vías respiratorias.

Como resultado de la evidente heterogeneidad clínica en los pacientes con asma el trabajo comenzó a centrarse en la identificación de grupos de pacientes similares clínicamente. Este proceso se conoce como “fenotipeo” de asma: determinar las características observables de un individuo dadas por el resultado de una interacción entre los genes y el medio ambiente.
Los estudios de los mecanismos que subyacen a estos fenotipos clínicos han contribuido a una comprensión de la biología de las vías respiratorias, pero también han dado resultados confusos. Como consecuencia existe ahora una tendencia a definir y caracterizar a las personas con asma por los mecanismos implicados en su enfermedad (endotipo).

El fundamento para “endotipar” el asma es que, mediante su definición sobre la base de un mecanismo funcional o fisiopatológico puede ser posible desarrollar marcadores de actividad de la enfermedad para los diversos mecanismos y también desarrollar terapias distintas contra el proceso, o procesos, que participan en cada individuo en particular.