Hoy comparto unas reflexiones interesantes de Miquel Nadal en la tercera edición de la revista Productive! Magazine sobre la imposibilidad de extender los principios de productividad a grupos de personas:
La combinación entre productividad y equipos ‘nació’ de la necesidad de unificar una misma metodología para todos los miembros de un equipo de trabajo. La extrapolación parece muy sencilla a priori: si yo soy capaz de desarrollar un sistema personal de organización, entonces seguro que resulta fácil construir un macro-sistema que permita integrar todas las personas de un equipo dentro de una misma metodología.
Por una parte estoy de acuerdo con Miquel.
No es necesario que todos los miembros del equipo trabajan exactamente con el mismo método. Lo importante es que las personas tienen suficiente capacidad de autogestión.
Por otro parte, cada equipo o grupo de trabajo necesita una base común. Estoy hablando de canales de comunicación, repositorios de información compartida, procedimientos, herramientas, etc.
Cuando hablo de productividad para equipos no hablo de la productividad personal de los miembros, sino justo de esta base común.