Es una palabra que ultimamente tiene unas connotaciones horribles para los que viven sumergidos en el ambiente estancado y trasnochado del mundo 1.0, y para otros que disfrutan, ríen, juegan, crean, inventan, dialogan, escuchan y se ayudan en el mundo 2.0 es el concepto perfecto. Mínimo dos para que pueda existir el diálogo la comunicación bidireccional en la que cuatro ojos ven más que dos y dos cerebros revolucionan más que uno sólo. Hablamos del código 2.0 que se basa en algo tan sencillo para las personas y tan lejano para las empresas con estructuras jerárquicas como es el diálogo, el único modo mínimamente lógico de poder entenderse ya sea por voz o por gestos y movimientos.
Para las empresas que se encuentran estancadas y anquilosadas en el mundo 1.0 anulando cualquier sentido conocido y desconocido para evitar perder su supuesta "imagen corporativa grande", una imagen que perdió brillo, fuerza y mucho poder con la llegada de nuestro gran amigo Twitter, el anfitrión perfecto del diálogo y la nueva sociedad 2.0., donde aprender a través del juego creando Branding da la garantía del éxito. Ellas desembarcan con todo su arsenal de ejecutivos, personal, subcontratados, etc, etc en el nuevo mercado creado por las redes pensando que es uno más, que está todo hecho. Cuando la cruda verdad no es otra sino que está todo por hacer y para esa construcción la única herramienta válida es el diálogo con suplementos para mostrar la veracidad del valor funcional, su conexión con el cliente a través de la generación de fans y la coherencia de tu mensaje "corporativo" que debe pasar a ser de "marca" si lo que quieres mantener una buena reputación.
Empresas que traspasan sus estructuras jerárquicas a las redes sociales para supuestamente dar un trato más directo al cliente, que como tal llamando a sus departamentos de atención al cliente y demás se dan un paseo tan tedioso y sofocante como salir en plena tarde veraniega a caminar por el acerado con todo cerrado. Hablando con empleados que están sometidos como en cualquier empresa a directrices absurdas sin saber qué decir y menos aún qué hacer. Ocultando tras una falsa y diplomática sonrisa la indiferencia hacia el cliente disfrazada de ineficacia y desinterés por la resolución de problemas técnicos. Oyendo argumentos al otro lado de la línea con los que te quedas con cara de póker ante el surrealismo vivido.
Estas mismas estructuras jerárquicas encuentran pronto su propia trampa en la red social, al ser incapaces de escuchar y no digamos ya dialogar con el cliente, probablemente se sientan tan raros como un elefante en una cacharrería. Así pues la solución única y viable es limpiarlo todo y empezar de nuevo.
Si quieres ser el mejor tienes que demostrarlo, no gritarlo en redes tenemos tod@s muy buen oído. Si quieres estar arriba, la empresa tiene que superarse a sí misma, y si quieres ser #marca tienes que tratar al empleado como persona y dialogar con empleado y cliente.
Y todo esto viene a colación de mi experiencia con una #empresas que se dice llamar #marca @vodafone_es, la cual tras quince días incomunicado, es lo que tiene el verano y las políticas de marketing de los operadores de telecomunicaciones, y creyendo solucionado el problema gracias a la comunicación vía Twitter con su Community Manager, sigo incomunicado sin que @vodafone_es de señales de vida en Twitter
Se aceptan apuestas señores para desvelar el misterio de la solución final, la sabrá @vodafone_es, la sabré yo, la sabrán los duendes del ciberespacio, qué será, será.... lo dicho ¡¡¡hagan juego señores!!!.