Si lo que las empresas actuales que pueblan el mercado en la inmensidad, cada vez más delimitada, del mundo 1.0 desean ante todo su permanencia en la nueva concepción de mercados que surgen al amparo de las Redes Sociales aplicando las mismas políticas de marketing que le funcionaron en esos mercados de la Era Industrial. Es algo parecido a querer seguir inundando el buzón con correos postales, cuando ya hoy en día cualquier adolescente y persona mayor dispone de su propio correo electrónico. Son dos elementos que sencillamente no casan por mucho que los directivos empresariales se empeñen en mezclar. El aceite y el agua son inmiscibles.
Estas anticuadas visiones del marketing de las que el mundo empresarial hizo estandarte y abanderado, fueron posibles debido a que la comunicación con el consumidor era prácticamente inexistente, se limitiba a la ya desfasada vía postal y si te respondían, que en la mayoría de los casos solía ser que no. El empresario hacía uso de su poder con los medios publicitarios a su alcance y todo se solucionaba a golpe de talonario. Eran épocas en las que todo se hacía en cadena a la orden de voces que gritaban en off, desde despachos que nunca se supieron si existían o no. Sólo han sido unas pocas, las que en la actualidad siguen siendo, las que desde un principio se preocupaban por su consumidor y entendían la necesidad de satisfacción con éste como algo real, no como simple eslogan publicitario que atrae clientes mientras dura la oferta. Gracias a esa línea que siempre se mantuvo con el consumidor y realizando una árdua labor de escucha de las necesidades y gustos de sus clientes, se vieron creando su propia imagen y por extensión crearon la "marca". Esta consiste en establecer unos vínculos entre la propia marca y el cliente convertido en fans, que nada tiene que ver con la "fidelización mal entendida de oferta y demanda", eso no es fidelizar. Porque un cliente fiel es aquel para el que el dinero es una más y muchas veces, ni siquiera existe. Normalmente la relacion marcas-fans, está construída por vínculos que no son tangibles, y que sólo los miembros de esa "comunidad especial" suelen entender.
Gracias a que las reglas del juego del mercadeo están cambiando y lo que seguirán cambiando, gracias a uno de los mejores inventos de todos "internet y las Social Media", resulta que el juego se mantiene porque es necesario seguir vendiendo y seguir comprando, y eso en muchísimo tiempo no va a cambiar. Lo que no está establecido por dogma es que se venda y se compre siempre de la misma forma. ¡Afortundamente!. Con la llegada de las Redes Sociales al universo colectivo del ciudadano de a pie, lo que hasta hace bien poco parecía un sueño imposible, resulta que se está convirtiendo en realidad. Hablar, dialogar, comunicar, conversar con las empresas, el Social Media es el juego en el que todos dialogan entre sí, con la libertad de poder expresar sin temor a censura. Un lugar que es el punto de encuentro para toda aquella persona que quiere detenerse un rato a dialogar y escuchar, para dar y recibir información y desde donde poder crear nuevas ideas que sirven a todos. Un lugar donde el ensalzamiento y la crítica no quedan entre los dos amigos que están hablando, afortunadamente traspasa esas fronteras y va más allá. Por este motivo a las empresas que quieren y deben hacer su cambio a marcas les interesa no sólo entrar en este juego, sino además leerse las instrucciones de uso, así como observar y escuchar mucho a sus clientes.
Las Redes Sociales son el nuevo punto de encuentro en donde las empresas están obligadas a cambiar sus estrategias de marketing si lo que desean es seguir jugando en el mercado.