Redes sociales y empresas

La verdad es que no importa mucho el tipo de negocio o industria en el que estamos hoy en día. El marketing en los medios sociales se está convirtiendo en el fundamento de cualquier campaña de marketing que realmente sea exitosa.

Simplemente, no podemos ignorar el potencial que tienen los más de 500 millones de usuarios de Facebook, los más de 50 millones de mensajes que se envían al ciberespacio en Twitter al día o que en el conjunto del planeta se dedican el equivalente a 200 años si sumamos el tiempo total que pasan todos los usuarios en las redes sociales.

Sea cual sea el sector comercial en el que nos movamos, casi cualquiera de las cosas que se nos puedan ocurrir necesita centrarse en una campaña de medios sociales.

La agilidad del tiempo real

Las redes sociales se han convertido en la corriente de marketing principal, del mismo modo a como lo fue el email marketing hace algunos años. Pero la diferencial principal con cualquier otro tipo de marketing es que las campañas en redes sociales son las únicas que se pueden personalizar y atraer al público en tiempo real como si se hicieran las cosas en persona, pero con la diferencia de que se puede hablar con millones de potenciales clientes de todo el mundo sin que ninguno tenga que pisar el suelo de la oficina en la que estamos.

Igualdad de condiciones

Con la ayuda de las redes sociales, los pequeños negocios están logrando competir frente a los más grandes en cualquier nicho de mercado. De hecho hay nichos en los que la balanza se inclina del lado de los más pequeños gracias precisamente al uso de las redes sociales, ya que se les permite construir una relación con los clientes y el público objetivo basada en la confianza y en la capacidad de convertirse en una persona o entidad conocida y reconocida dentro de ese mercado.

Este equilibrio y la igualdad de condiciones para todos hasta cierto grado, hace que incluso muchas grandes corporaciones traten de fragmentar sus campañas a nivel local para llegar de un modo similar a los potenciales clientes, demostrando hasta qué grado han cambiado las redes sociales las reglas del juego.

Cómo explotar el marketing en las redes sociales

Sin importar el tamaño de la empresa que quiera elaborar una estrategia, lo primero que se debe asegurar es de que la campaña está desarrollada desde el principio del modo adecuado. Hay algunas cuestiones esenciales que nos debemos preguntar a nosotros mismos para definir claramente los objetivos de la campaña:

• ¿Qué se quiere lograr?
• ¿Cómo se van a establecer los pasos entre el principio y el objetivo final?

Las empresas con mayor éxito en el uso de las redes sociales para lanzar campañas son aquellas que han sabido emplear los recursos necesarios para aprender por sí mismas y elaborar un fundamento sólido que les permita crecer y expandirse al exterior. Al poder contar con alguien que sepa utilizar las publicaciones y las redes sociales del modo adecuado, se gana en confianza al saber que todo se hace con el lenguaje y el tono de la compañía.

Externalizar servicios

Hay empresas que se plantean dejar sus campañas de marketing en medios sociales en manos de terceros. Esto tiene sentido, y no solamente para aquellas empresas de gran tamaño que cuentan con un alto presupuesto de marketing, sino también para las pequeñas si se tiene en consideración el innegable ahorro en tiempo que puede suponer, y por tanto también de dinero. Al externalizar las tareas diarias de creación y mantenimiento de una campaña en los medios sociales, se puede dedicar más tiempo al día a día de las operaciones cotidianas de la empresa.

Otro hecho ventajoso es que al contratar una empresa externa no hay que preocuparse por las bajas por enfermedad ni por los períodos de vacaciones. No se tienen que pagar cuotas por seguros de salud o algún otro beneficio externo como sucede con un nuevo empleado.

Es el momento

Si aún no se ha planificado una estrategia de marketing en redes sociales, ahora es el momento. Y si ya se ha comenzado, hay que continuar centrados en ella. A partir de un buen fundamento, estable y sólido, cualquier empresa sin importar su tamaño puede competir y ganar. Da igual lo grande o pequeña que sea la competencia a la que se enfrenta.