Redescubriendo la Rosa Mosqueta

Quizás hayáis escuchado -sobre todo las mujeres que habéis sido madres – que la rosa mosqueta era un efectivo remedio para evitar la aparición de estrías durante el embarazo, pues bien, yo personalmente empecé a usarlo hace años y cada día lo primero que hago tras la ducha es seguir aplicándomelo. Las propiedades de este arbusto silvestre son cada vez más conocidas, de hecho el otro día en el diario La Nueva España le dedicaban casi una página completa. Geles, cremas, aceites, lociones…ahora la rosa mosqueta se encuentra en multitud de productos cosméticos, revolucionando el mundo de la medicina natural y la nutrición.

El aceite de rosa mosqueta es el regenerador natural más potente que existe según he leído en este blog específico www.rosademosqueta.es/beneficios Es una de las más eficaces soluciones naturales que previenen y eliminan arrugas, estrías, ciertas manchas, cicatrices y demás problemas cutáneos que puede experimentar la piel. La fuente de la juventud ha sido un mito que durante siglos el ser humano ha perseguido. Si bien la búsqueda de la misma no ha resultado muy certera, los avances en investigación y ciencia han ido desarrollando mejores soluciones y remedios para paliar “los efectos del paso del tiempo”. Dichos efectos inciden significativamente en nuestra piel, conseguir un remedio que regenere todas estas incidencias puede ser calificado como esa fuente de juventud, por ello, en muchas ocasiones se refiere a la rosa mosqueta con ese sobre nombre. El aceite de rosa mosqueta se extrae de unas grandes semillas que forman el fruto de la planta, el cual aparece tras la caída de los pétalos. Dicho aceite tiene multitud de usos y aplicaciones en el campo de la cosmética y  de la medicina natural:

Cosmética: su elevado contenido nutritivo, sus naturales virtudes correctoras y de regeneración celular hacen de este asombrosos aceite el mejor tratamiento antiarrugas, estrías y cicatrices, rejuveneciendo y cuidando la piel de todas las edades. En cosmética se presenta se presenta en forma pura (aceite) o en diversas formulaciones (ungüentos, lociones…). Entre los beneficios caben destacar:

-   Hidratación de las pieles envejecidas.

-   Retarda y reduce las arrugas ocasionadas por la edad.

-   Atenúa las arrugas de expresión.

-   Aclara y reduce las manchas oscuras en la piel o la hiperpigmentación ocasionada por el sol.

-   Previene y reduce las estrías.

Medicina natural: recuperación de los tejidos en personas que han tenido que pasar por operaciones quirúrgicas que les han dejado cicatrices o abultamientos de la piel. Tan potente es el efecto que provoca en la piel que su uso no sólo es muy apreciado, sino también altamente recomendado para tratar afecciones post-quirúrgicas.

-   Mejora la dermatitis atópica.

-   Atenúa los brotes de soriasis.

-   Tratamiento de cicatrices producidas por acné.

-   Tratamiento de úlceras y llagas.

-   Tratamiento de piel seca y eczemas.

Estas beneficiosas acciones que el aceite de rosa mosqueta es capaz de ejercer en el organismo humano son producto de su alto contenido de ácidos grasos esenciales poliinsaturados: Linoleico 44-49% y Linolénico 28-34%. Estos ácidos son sustancias nobles, indispensables para áreas en las cuales existen altos índices de proliferación de células nuevas, tales como las del rostro. Pero las aplicaciones de este producto natural no sólo quedan limitadas a la parte externa del organismo, sino que también sus beneficios parece que también contribuyen a una mejora interior. Tomado en infusiones, favorece la resistencia del organismo a las enfermedades. Mejora los procesos enzimáticos y es un excelente reconstituyente de los tejidos. Además, combate los resfriados y los casos de gripe, eficazmente, debido a su altísimo contenido en vitamina C.

Es también considerada la Rosa Mosqueta como un diurético ligero y laxante, ya que sus pétalos, en infusión, son recomendables como purgante, limpiando riñones y vejiga…pero esto no lo he probado, ya os contaré si algún día lo hago.

Irene Tato

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