Reducción de estómago: la lucha contra el peso psicológico

De acuerdo con la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO), 10% los pacientes que se someten a la cirugía bariátrica presentan una taza de éxito del 90% en los primeros dos años. Sin embargo, a largo plazo, este porcentaje baja hasta el 60%. 
¿Significa eso que no funciona? No, en absoluto veamos por qué
Contrario a lo que se piense, la obesidad es una enfermedad muy compleja en la que incluyen factores genéticos, ambientes, psicológicos y metabólicos. Por esta razón, cuando se ofrece la posibilidad de una cirugía bariátrica, los pacientes deben someterse a una serie de procesos. 
En primer lugar, se les hace comprender que la cirugía tiene un efecto temporal: la pérdida de peso en los primeros meses es producto de la cirugía, sin embargo, los pacientes tienen que cambiar sus hábitos y su estilo de vida si quieren seguir perdiendo peso. Cambiar estos hábitos no sólo se refiere a seguir una dieta equilibrada y una buena rutina de ejercicio, sino que también incluye el trabajar en el plano psicológico para luchar contra la ansiedad de comer más. 
En este artículo hacemos referencia a intervenciones de cirugía de la obesidad, pero con técnicas endoscópicas como el Método Apollo o el Método POSE, lo que detallamos a continuación también es aplicable:
La psicología juega un papel tan importante para el tratamiento de la obesidad que, en la fase preoperatoria, los pacientes deben  tener una entrevista psicológica. En esta sesión se busca determinar si el paciente padece de enfermedades mentales graves, desórdenes alimenticios como bulimia o adicción al alcohol u otras drogas. 
El presentar cualquiera de estas enfermedades provoca que el paciente sea descartado para la cirugía y también para otras técnicas de endoscopia bariátrica.
Además de esto, también se les prepara para que comiencen a adquirir buenos hábitos y se les concientiza sobre el impacto de cualquier tratamiento para la obesidad: no es un proceso fácil e instantáneo, y el perder peso de forma tan rápida conlleva cambios en el cuerpo a los que deben ir adaptándose.
Cuando el tratamiento, el seguimiento médico es correcto y el paciente acude a las visitas de seguimiento y sigue las indicaciones dadas,  los tratamientos consiguen su propósigo. Ahora bien si alguno de estos aspectos no se trata adecuadamente, cada uno de estos factores puede actuar en contra y provocar el aumento de peso dado que los pacientes están sometidos a muchos cambios físicos y emocionales. Esta complejidad hace que la premisa de cualquier tratamiento sea abordar el problema de la obesidad no sólo desde el aspecto físico, también incluye las circunstancias en las que los pacientes viven.