Mi amigo Carlos Hacohen, graduado del Máster de Bioética de la Universidad de Navarra, consultó
recientemente si había algún tipo de normativa en España relativa a la reducción
de embriones (muerte selectiva de un feto que permite, en principio, que los
demás progresen). No existe ninguna, aunque su práctica supone un aborto.
La
Asociación Médica Mundial tenía una recomendación ética al respecto (actualmente suprimida), que
se limitaba a exhortar que se evitaran los embarazos múltiples y a que
se obtuviera el consentimiento informado. Justo Aznar tiene un breve informe
reciente sobre dicha práctica, que, por otra parte, no consigue aumentar el
éxito de la fecundación in vitro, que se mantiene en las mismas cifras desde hace 20 años