El mindfulness se basa en concentrarse en el momento presente con todos los sentidos, el olfato, el gusto, el tacto, la vista, el oído.
Respira
Nuestra respiración es nuestra fuerza vital. Centrarse en la respiración es una de las mejores maneras para volver a conectar con nuestro cuerpo en el momento presente. ¿Qué otras sensaciones notas a medida que respiras? Solo presta atención.
Preste atención durante las actividades tediosas.
Seamos realistas, la vida está llena de actividades ordinarias, sin brillo, como esperar un llamado en línea, sacar la basura, conducir hasta el trabajo, y cepillarse los dientes. Centrarse en las sensaciones que producen cada tarea y los resultados que obtenemos de ella nos ayudará a soltar el piloto automático de nuestra vida y llevarnos a tomar conciencia de todos los momentos.
Medita
La mente está constantemente charlando, por lo general estamos pensado todo el tiempo en alguna tontería: ¿Qué quiso decir con ese comentario Susan ayer? O bien, no puedo creer que aumenté 5 libras!
A veces podemos sentirnos abrumados por los pensamientos sin fin de nuestra mente los cuales nos arrancan lejos del momento presente. Desde el poco espacio o distancia así creados, puede arrancarlos de raíz y volver a ti mismo de nuevo en ese momento volver al ejercicio de la respiración y prestar atención a lo que está sucediendo en ese mismo momento.
Acepte el momento por lo que es. Al enfrentar las realidades de frente de la vida, sin evasión, distracción o engaño, podemos aceptar cada momento con gracia y con atención para lo que es. ¡Qué pensamiento positivo!
Vive el presente
Recuerde, el Mindfulness es una práctica. Mantenga el control con usted mismo en momentos aleatorios y te preguntas, "¿Estoy viviendo el presente, o estoy perdido en la historia de mis pensamientos?" Finalmente, con el tiempo, estando presente puede comenzar a sentirse más natural, y usted puede notar que extraiga más paz, la gratitud y la alegría de la vida.