"Según los habitantes de Old Chester, ser romántico es tan solo un poco menos reprobable que darse aires de grandeza. En sus setenta años de vida, el capitán Alfred Price no podía ser tachado de vanidoso, aunque, ciertamente, tenía algo de responsabilidad en lo que se refiere al romance".
Por fin me estreno con un título de la editorial dÉpoca. Sin duda no será el último. Se trata de su colección "Nouvelles de Época", un género donde se incluyen joyas cuya autoría no siempre corresponde a escritores de renombre. A Margaret Deland, autora del libro que os traigo hoy, se la ha definido como la Elisabeth Gaskell norteamericana. Así nos lo explica clara y detalladamente Laura López en el prólogo de esta maravillosa y cuidada edición.
¿Sabéis? No he podido evitar que esta historia me recuerde en cierto modo a una película clásica que siempre he disfrutado mucho: "Solo el cielo lo sabe", con Rock Hudson y Jane Wyman. En aquella ocasión, una solitaria viuda entregada a sus hijos (ya mayorcitos) cuando van a visitarla, se enamora de un jardinero mucho más joven que ella. Ese romance no es aceptado en su entorno familiar ni social, lo cual resulta muy doloroso para los protagonistas.Pero vayamos con la historia que nos ocupa. Nos situamos en Old Chester, un pequeño pueblo de Pensilvania, la aldea en la que pasó su infancia y adolescencia la señora North, que ahora regresa en el ocaso de su vida. Allí conoció al amor de su vida, al capitán Alfred Price, con quien no pudo llevar la relación a buen termino. Ahora se reencuentra con él, resulta ser su vecino, pero en esta ocasión tampoco lo tendrán fácil. Nos encontramos ante una corta novela cargada de ironía, situaciones pintorescas, chismes y murmuraciones típicas, y es que los protagonistas lo tendrán todo en contra en esta segunda oportunidad que les ofrece el destino. ¿Conseguirán salvar los obstáculos? Para ello tenéis que leerla, os aseguro que una vez comenzada, no podréis parar. Una novela elegante en todos los sentidos. Literatura de calidad. De obligada lectura.