Es una lástima que para videoconsolas clásicas en general la escena independiente y homebrew no sea demasiado prolífica, por eso que grupos como Aetherbyte se preocupen por la venerble PC-Engine o Turbo Grafx es toda una alegría para aficionados como nosotros. Así ha sido como desde hace unos días ya está disponible para descarga desde su web la ROM de Reflectron un sencillo juego arcade de pantalla estática que según reza en la pantalla de inicio está inspirado en 'Rebound' para la revista 'Sinclair Programs', un juego de 1983 programado por algún entusiasta del ordenador de Sinclair que ahora vive una segunda juventud gracias a la Pc-Engine.
La mecánica es muy sencilla. En la parte izquierda de la pantalla aparece nuestro personaje, una especie de robot dorado con la posibilidad de disparar hacia arriba. En la parte derecha nuestros enemigos, que saldrán desde unos tubos y cuyo objetivo es hacernos la vida más complicada atacando a la especie de cristal que aparece en el centro de la pantalla. Gracias a que los disparos rebotan en el techo del nivel, tendremos que calcular bien los ángulos y destruir a nuestros enemigos antes de que acaben por corromper el cristal azulado. ¿Difícil? Al principio lo cierto es que no demasiado una vez nos hagamos con los ángulos de disparo, pero pronto la cosa se pondrá complicada al aumentar la velocidad de aparición de los enemigos. ¡Ja!
Lo mejor es que probéis vosotros mismos en emulador o en algún adaptador para consolas descargando el juego desde la web oficial.
Visto en Retrotaku
Revista Tecnología
Reflectron para Pc-Engine le da un poco de vidilla a la escena de esta fantástica consola
Publicado el 02 diciembre 2013 por Retromaniac @RetromaniacMagSus últimos artículos
-
Impresiones con Nikoderiko: The Magical World; ¿un viejo conocido o nueva joya de los plataformas?
-
«Estaba cautivado por la idea de que podías crear de la nada prácticamente cualquier cosa». Entrevista a Tony Warriner
-
Impresiones con Cash Cow DX: ¡larga vida a los arcade de pura cepa!
-
Entrevista a Stuart Gregg: «En realidad no me gustaban mis juegos nada más terminarlos»