He tardado en leer este libro más de lo esperado, y es que lo tenía en mi estantería desde que salió, pero su grosor y el poco tiempo del que dispongo, y también que me gusta disfrutarlos cuando estoy tranquila me hicieron posponer su lectura a pesar de las ganas que le tenía. Pero esta quincena erótico-festiva me lo ha puesto muy fácil, y me ha dado la excusa perfecta. A pesar de su grosor ha durado en mis manos pocos días, muchos más seguramente que al común de los mortales, con el ritmo que llevan muchos bloggeros y que ya quisiera yo para mí, pero me lo he ventilado relativamente pronto y lo he disfrutado muchisimo.
Decía a propósito de Los noventa días de Genevieve que el libro carecía de trama, que era un recopilación de situaciones sexuales, a veces fría y aséptica. Reflejada en tí si que tiene una trama, que te puede gustar más o menos, pero ahí está dándole coherencia a la historia, a pesar de que hay sexo, y en abundancia, porque los protagonistas, Eva y Gideon, no pueden mantener las manos alejadas del cuerpo del otro en cuanto confluyen en pocos metros.
Si algo hay que reconocerle a Silvia Day es que sabe cuando cortar un libro para dejarte con ganas de coger en seguida el siguiente, pero en esta ocasión toca esperar, porque el tercero que yo sepa no ha llegado todavía a España, y la verdad es que ya tengo ganas de tenerlo en las manos para comprobar como van a poder superar Eva pero sobre todo Gideon los últimos acontecimientos.
La autora sigue llamando a las cosas por su nombre, las escenas eróticas entran dentro de lo normal, vamos que no les va el sado, ni el bondage, pero no por ello pierden voltaje, aunque he de reconocer que utiliza un lenguaje un tanto vulgar y soez, que no hace falta para encender pasiones, a pesar de que puedo entender que lo que busca es la naturalidad y en cuestión de sexo pocas personas cuidan las formas, pero creo que en literatura si que debería hacerse y no por ello perdería de vista su objetivo si es que lo tiene.
Adelanto que me ha gustado, que me ha mantenido atrapada entre sus líneas, que me ha gustado saber algo más de Gideon, porque parecía que no era una relación equilibrada. La valentía de Eva me ha sorprendido y Cary aunque en esta entrega no tiene tanto protagonismo como en la precedente sigue siendo mi ojito derecho, aunque en alguna ocasión le hubiera dado un par de sopapos, pero si soy sincera también se los hubiera dado a los dos tortolitos, que me han exasperado en alguna ocasión.
La autor@:
Repito la información que sobre ella os dí al hablar de No te escondo nada, la primera entrega de esta trilogía.
Silvia Day es autora de más de una docena de bestsellers en varios géneros: novela romántica, contemporánea, fantasía, histórica, futurista, ciencia ficción, suspense romántico, romance paranormal y fantasía urbana, publicados bajo tres seudónimos.Sus obras han aparecido en las listas de bestsellers más importantes, entre ellas las del New York Times, USA Today, Publisher Weekly, Wall Street Journal, Washington Post, Globe, Daily Mail.Poca información he podido conseguir sobre la autora, así que la que os ofrezco es la que figura en la solapa de la edición de Espasa.Argumento
Eva y Gideon siguen luchando por su relación, el regreso de Corinne a Nueva York con el claro propósito de recuperar a Cross, los fantasmas del pasado que vuelven para acosar a Eva y un antiguo novio que aparece en escena en el momento menos apropiado, hacen que los altibajos sean tantos que en algunos momentos temamos por ellos.
Juntos son una bomba de relojería capaces de destruirse, ambos sacan los mejor y lo peor del otro pero se necesitan como el aire que respiran, mantenerse alejados unas horas es un suplicio, sin embargo su amor será puesto a prueba. ¿Lograrán superarla? ¿ Serán capaces de seguir adelante con una nueva herida y tantos secretos guardados?
Impresiones
Por suerte la autora ha abandonado el color gris marengo y el negro de la anterior portada y lo ha sutituido por tonos de marrones, si los gemelos eran el adorno masculino que ornaba la portada de la primera entrega, en esta es un llavero claramente masculino también, pero que para mi gusto no encaja con Gideon Cross, imagino que el llevará algo más sotisficado acorde con la complejidad del personaje.
La novela comienza prácticamente donde termina la otra, con unas horas de separación entre un hecho y el otro, nos reencontramos con Eva y Gideon intentado luchar contra todo lo que amenaza con separarlos y podéis creerme cuando os digo que no son pocos los obstáculos que encuentran en su camino, parece que nadie más que ellos crean que pueden funcionar juntos.
A pesar de ser una historia narrada en primera persona por su protagonista, Eva, nos encontramos con muchos personajes, unos más importantes que otros, pero todos igualmente necesarios para que la trama se desarrolle. Podríamos decir que es una novela coral, vista desde un solo ángulo, puesto que la visión que impera es la de Eva, sin embargo a través de los diálogos podemos entrever a los otros personajes, unos mejor dibujados que otros. Y eso me da pie a hablar de ellos, aunque sea con ligeras pinceladas para intentar no dar pistas de por donde van los tiros.
Personajes
Eva Tramell: Es nuestra protagonista indiscutible, ya la conocimos en la primera entrega, en esta sufre unas pesadillas que terminan siendo muy reales y sin ella saberlo su vida ser verá seriamente amenazada. Sigue haciendo frente a su pasado con valentía, y siempre con la verdad por delante, prefiere que Gideon conozca sus traumas porque es la forma que puede evitarle un daño. Celosa, y posesiva, en esta entrega será puesta a prueba y se verá sumida en una montaña rusa de sentimientos que no sabrá muy bien como encauzar.
Gideon: Sigue siendo el hombre atractivo, rico, y guapisimo que bebe los vientos por su chica. Nos dejará entrever algo más de esos traumas que le provocan sueños muy reales en los que se convierte en un peligro para su compañera. Se comportará con Eva si cabe más misterioso que nunca y la volverá loca de celos, pero sin duda tiene un motivo para su forma de actuar.
Cary: Nuestro modelo sigue tan loco como siempre, estropeando las verdaderas oportunidades para ser feliz, en esta ocasión sufrirá en sus propias carnes una paliza, que le acercará a Eva y también a Trey.
Corinne Giroux: Vuelve a Nueva York para recuperar a Cross, y luchará con todas sus fuerzas para que así sea. Incluso le tenderá trampas a Eva. Su comportamiento en ocasiones es de lo más bajo y no pierde ocasión de estar con Gideon y de dejarse ver en prensa. En esta entrega cobra protagonismo.
Christopher Vidal: Hermanastro de Gideon que tiene con este una relación más de odio y competitividad que de amor fraternal. En un intento por herir a su hermano intentará acercarse a Eva, que movida por intereses no muy legítimos no desperdicia las ocasiones.
Brett Kline: Cantante de un grupo de moda, conoce a Eva e intenta recuperarla, si no había bastante con un obstáculo de momento se tropiezan con dos.
Victor Reyes: El padre de Eva Tramell, un personaje al que solo conocíamos por las conversaciones que mantenían padre e hija, este libro nos permite acercarnos a él, a sus sentimientos por la madre de Eva, como persona merece la pena conocerle.
Monica Stanton: La madre de Eva, toda una mujer florero, que es feliz por serlo, enamorada hasta las trancas del padre de su hija, pero la situación económica de este no puede hacerla feliz, así que disfruta de su cuarto matrimonio.
Hay más personajes que se mantienen, como el jefe de Eva, Mark, y su pareja Steve, o Ireland la hermana adolescente de Gideon, Megumi la recepcionista que cobra mayor importancia en esta entrega, y otros personajes que debo mantener ocultos para no desvelar parte de la trama. Y personajes que pierden peso, como el de Magdalene Perez que tan solo aparece en una escena corta.
Los dos personajes estrella, son muy complejos y llenos de matices, sus reacciones y su forma de actuar están marcadas por sus miedos y por su pasado más bien tormentoso, en este caso de ambos, porque los dos tienen motivos para no sentirse orgullosos de lo que han sido. Y poco a poco la información se va dosificando, dejandonos claro que el pasado nunca muere y que de vez en cuando le da por regresar para recordarnos que no todo fue oro lo que relució.
Estilo
El sexo sigue teniendo la misma importancia que en No te escondo nada, es la forma que tiene Gideon de expresarle a Eva sus sentimientos, todo en el es hermético, se niega a hablar de su pasado, de sus traumas, de sus negocios, el misterio lo envuelve. Eva siente que sin su cuerpo no tiene nada, y por ello decide investigar por su cuenta. Gideon cuando se siente muy presionado va soltando lastre y llega un momento en que superado por los acontecimientos comienza a explicarle que lo atormenta, sin embargo cuando Eva se vacía se siente ligera, cuando Gideon lo hace se desmorona, el dolor lo invade y por ello nuestra rubia no lo deja terminar y de nuevo nos quedamos con las ganas de saber que ensombrece el pasado de este hombre.
La autora sigue haciendo gala de un estilo sencillo, en el que el dialogo tiene mucha importancia, y la voz de Eva aunque es la más importante no es el único ángulo para ver los acontecimientos. Quizás como he comentado al principio lo que no cuida es el lenguaje cuando están juntos, ni siquiera hace falta que les queme el fuego de la pasión, son deslenguados y se provocan a la mínima, y posiblemente hay veces que suena soez y vulgar y los personajes son personas instruidas, con una formación académica superior y en el caso de Gideon con una fortuna a sus espaldas a pesar de la juventud que atesora.
Gracias a los diálogos la novela practicamente se devora, necesitamos saber que va a ser de ellos, si Gideon está jugando a dos manos, o si Eva simplemente ve indicios donde no los hay, necesitamos saber porque nuestro guapetón se comporta de la manera que lo hace, porque Cary termina tan mal, si ambos superaran las diferencias y serán capaces de mantenerse juntos aunque todo aconseja que hagan vida por separado. Sin duda Silvia Day sabe mantenerte pegada a las paginas, sabe dosificar muy bien la información y sabe ir enredando el ovillo para que el lector no pierda en ningún momento interés en la pareja.
Conclusión
Una digna segunda parte, en la que se van aclarando algunos misterios que envuelven a los personajes y van sentándose las bases para la próxima entrega, en la que seguramente seguirán siendo los mismos y alguno más para dar emoción al final de la trilogía.
Nos encontramos ante novela erótica, plagada de clichés y tópicos, posiblemente todos, porque ultimamente les ha dado por las protagonistas rubias, y los hombretones morenos, guapisimos y superatractivos, con mucho que esconder, y riquisimos, se ve que la pobreza no vende. Pero sobre todo tiene una trama muy bien urdida, que gira entorno a los dos personajes principales y que por ende salpica a los que más cerca están de ellos.
Gideon se ve obligado a tomar medidas y el pulso no le tiembla al hacerlo, falta ver como van a superar las consecuencias o los daños colaterales ambos. Un final muy digno, con unos personajes destrozados cada uno a su manera, pero con el empeño de salvar una relación que les hace tanto daño como bien.
¿Te apetece saber que decisiones ha tomado Gideon? ¿Qué peligros les amenazan?
Retos
Quincena erótico festiva
Reto autores de la A a la Z. Letra D