Imagen, Cortesía: Sunrise
Cada día que Dios nos permite un nuevo amanecer, debemos agradecer y darnos un universo de bendiciones, pues la mayoría buscamos la felicidad y realmente la tenemos en nuestras manos y en el entorno que nos rodea, siendo este estado una actitud que parte de una decisión diaria que tomamos.
Cada uno de nosotros,disponemos, estar alegres, tristes, preocupados, disgustado, amargados, desesperados o despistados. Eso es una forma de nuestro libre albedrío.
Es por ello que,salimos de nuestro estado de confort, tomamos las riendas de nuestra felicidad independientemente de lo que nos da la vida.
Y es que cada ser humano debe tener un propósito, una necesidad, un trabajo, que le permita vivir a plenitud,cada instante de su hermosa existencia, activando un gran engranaje que te permita desarrollar todo aquello que programa en su diario vivir. Realizándose en forma física, espiritual, llenando cada espacio con Fe, esperanza, armonía, amor, prosperidad y se conduce en todo instante con una actitud positiva que permite iluminar todo el lugar que ocupa.
Bendecido sea cada ser. La decisión finalmente es nuestra, de abrazar la felicidad y llenarla con cada propósito deseado.